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España España · MADRID
Voto de Spark:
5
Comedia. Terror Viago, Deacon y Vladislav son tres vampiros que comparten piso en Nueva Zelanda. Hacen lo posible por adaptarse a la sociedad moderna: pagan el alquiler, se reparten las tareas domésticas e intentan que les inviten a entrar en los clubs. Una vida normal, salvo por una pequeña diferencia: son inmortales y tienen que alimentarse de sangre humana. Cuando su compañero del sótano, Petyr, convierte en vampiro a Nick, nuestros protagonistas ... [+]
7 de noviembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su tercer (y no el mejor, que para eso están "Thor: Ragnarok" (2017) y "Jojo Rabbit" (2019)) largometraje, Taika Waititi aunó fuerzas con el actor y cantante neozelandés Jemaine Clement para escribir y dirigir esta comedia de fantasía.

Rodada en tono de falso documental descarado (el subgénero llamado mockumentary, con exponentes como "The Calcium Kid" (2004) o "Bruno" (2009)), "Lo que hacemos en las sombras" nos narra los avatares de unos vampiros inmortales que comparten piso... y viven la vida nocturna del mundo actual tratando de encajar (o tratando de que encajen los humanos que los rodean en su estilo de vida sangriento). Desconozco si la serie basada en estos personajes que desarrollaron Waititi y Clement para la HBO años después es mejor que el film que nos ocupa, pero debo deducir que sí a cuenta de los galardones que ha recibido y los años que lleva de emisiones (de momento tres temporadas). Pero lo cierto es que este largo tiene el humor bastante básico y errático, con varios aciertos de ironía espabilada (el juego que hace la cinta con las edades centenarias de los protagonistas, sus costumbres medievales, su compañerismo en la casa, o la parsimonia de los pocos adultos que comparten amistad y relaciones con ellos) que despiertan al menos la sonrisa cómplice del espectador medio adulto. Sin embargo la cinta pretende hacer gracia de situaciones que, por desidia y cotidianeidad argumental, no la tienen (el tema de los hombres-lobo o la redundancia en ciertos conflictos entre personajes se suceden de forma abúlica. Lo mismo se puede decir de las cazas a las presas humanos, que se presentan con una rutina nada agradecida para con el tono del film que nos ocupa).

A ver, no es una comedia fallida por completo a lo "Condemor" (1996) o "Date Movie" (2006), pero le falta una marcha más gamberra para equipararse a comedias desvergonzadas paródicas o autoparódicas como "Deadpool" (2016), "Aterriza como puedas" (1980) o "Yo, Tonya" (2017). Digamos que a nivel de guion se queda en un "Superagente 82" (2008), un "Scary Movie 2" (2001), un "Esta casa en una ruina" (1986) o un "Loca Academia de Policía" (1984). Un nivel aceptable, pero irregular. Con puntos álgidos y puntos flemáticos, pero que al final dejan un saldo entretenido y confortable para un visionado.

Pues, además de su temática curiosa y atractiva en el humor, el film se envuelve en una puesta en escena lograda (algo nada deleznable teniendo en cuenta que su presupuesto apenas sobrepasó el millón de dólares), con un vestuario acertadísimo, unos efectos especiales caseros muy naturales (ojo a ese gore tan medido), una elección actoral de lo más precisa (aunque sus intérpretes tampoco tienen que esforzarse demasiado en sus roles, les saben tomar la medida con honestidad y sutileza. Destaco al propio Waititi como líder afable, conciliador e idealista del grupo, y a Stu Rutherford con personaje campechano que comparte su mismo nombre) y una realización orgánica (que no sobresaliente). Poco más necesita este modesto largo para distraernos de forma momentánea y trivial, aunque si hubiera tenido un poco más de altura de miras en su libreto cómico... tal vez estaríamos hablando de "La vida de Brian" (1979), "El gran dictador" (1940) y demás parodias para el recuerdo.

Lo mejor: Su propuesta.
Lo peor: Que ella se desarrolle con bastantes momentos de hábito y repetición.
Spark
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