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España España · MADRID
Voto de Spark:
6
Drama Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2015
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Conciso pero en ningún momento memorable biopic sobre el matrimonio Keane; una pareja de pintores que se hizo famosa por sus pinturas de niños de "ojos grandes", pinturas que su supuesto autor Walter Keane (Christoph Waltz) comercializó con astucia... pero que sin embargo pertenecían al pincel de su mujer Margaret (Amy Adams), la verdadera artista de los cuadros.

"Big Eyes" parte de una historia jugosa, que pudo desarrollarse con una chispa y un ingenio memorables que en esta ocasión por desgracia brillan por su ausencia. Tim Burton nos ofrece un largometraje desganado en su desarrollo argumental, con ideas demasiado simples y facilonas o repetidas y recicladas malamente de sus anteriores trabajos (esos créditos iniciales calcados defectuosamente de "Charlie y la fábrica de chocolate" y "Sweeney Todd" pero sin la fuerza descriptiva de aquellos, dicen mucho de los que nos vamos a encontrar). La ambientación, si bien correcta tampoco es destacable o memorable (ni tampoco lo es la partitura de Danny Elfman... ¡con los buenos temas que nos ha dejado en otros trabajos!) Viendo "Big Eyes" hasta me produce algo de sonrojo defender a Tim Burton como mi director favorito desde que tengo alma cinéfila... el realizador ha perdido la agudeza, el arte y el ingenio de sus mejores trabajos ("Eduardo Manostijeras", "Big Fish", "La novia cadáver"...).

En "Big Eyes" tenemos que desperdirnos de disfrutar de un simbolismo memorable (esa abstracción de Burton como sello personal ha desaparecido en este largo), de una emoción profunda, de una sensibilidad identificable o de un humor brillante (a excepción de los últimos minutos del film). "Big Eyes" está narrada de manera muy simple y trivial... excesivamente simple y trivial.

Y es una lástima, pues a priori parecía un film de lo más prometedor. Afortunadamente el metraje nos consuela y serena de ese guión falto de agudeza con una concisión narrativa muy agradecida. Si bien el libreto no merece ser recordado por sus detalles y el trabajo de los mismos, al menos no divaga en la trama y siempre están sucediendo acontecimientos que hacen evolucionar la interesante temática y el punto de partida de esta adaptación. La agilidad y el desenfado en el guión se acompañan con el dinamismo que ofrece Burton tras las cámaras ("Big eyes" tiene una más que correcta edición y elección de planos), "Big Eyes" es fácil de ver y entretiene casi sin proponérselo.

La correcta elección del elenco también supone una grata comodidad para visionar el largometraje. Amy Adams y Christoph Waltz (aun compartiendo una química nula) jamás fallan como intérpretes, y aquí aportan un empaque necesario para que el espectador quede atrapado al menos medianamente. La pena es que no tienen unos personajes con los que puedan trabajar demasiado como para lucirse de manera inolvidable (aquí no hay ningún Bela Lugosi como el que Burton nos regaló en "Ed Wood"). Los señores Keane son unos personajes tópicos y superficiales construídos a brocha gorda, y con los que es difícil empatizar y encontrar identificable humanidad. Aun así, Adams demuestra cercanía, fuerza y naturalidad logrando de la nada una icónica Margaret, y Waltz, si bien algo histriónico y poco creíble al comienzo, está soberbio en los minutos finales con un humor hábil y festivo en su personaje.

Es ese sorprendente humor y esa surrealista diversión del último tercio (reconozco que no pude evitar soltar varias carcajadas en la escena del juicio) lo que terminan de salvar al film, que en sus minutos finales se carga de la intensidad y superrealismo que tanto le faltaba durante su convencional presentación de personajes y su nudo. Pero aun no llegando al buen nivel de su desenlace, "Big Eyes" siempre mantiene un tono desenfadado y ágil que hacen de la película algo de lo más llevadero... además de interesante por la singular historia real en la que se basa y que inevitablemente despierta cierta curiosidad en sus minutos.

Pero "Big Eyes" no se puede incluir en la estantería de grandes obras de Tim Burton, una pena.

Lo peor: La trivialidad, simpleza y topiquez del desarrollo argumental.
Lo mejor: La escena del juicio. El reparto (en especial Amy Adams, Christoph Waltz, Terence Stamp y Elisabetta Fantone).
Spark
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