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España España · MADRID
Voto de Spark:
4
Romance. Drama La historia tiene lugar en el siglo XIX y explora las relaciones entre los miembros de la alta sociedad rusa. Ana Karenina, una mujer de la alta sociedad que se enamora del joven y apuesto oficial Vronski, abandona a su esposo y a su hijo para seguir a su amante. Nueva adaptación de la novela de León Tostói. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2013
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Enésima adaptación a la gran pantalla de una de las mejores obras de la literatura (y la que es, junto a "Guerra y paz", la obra culmen de Leo Tolstoy): un drama de amor de época que se entremezcla con alguna trama secundaria y con una idiosincrasia pomposa y cautivadora.

En esta "Anna Karenina" Wright crea una adaptación libre, aportando un estilo narrativo que es una especie de "meta-teatro" que, en lugar de alzar y glorificar la novela, la limita, la cercena... e incluso la ultraja de forma indigna dentro de unas murallas de bobos ademanes y frases de folletín. Reconozco que muchas veces me quejo de que los directores no impriman un estilo narrativo destacable, pero... ¿de verdad era necesario llegar a tales cotas donde la forma (que tampoco resulta nada inolvidable) llega a mutilar de tal manera las páginas de Tolstói?, ¿era necesario emborronar un material de base tan grandioso como el de "Anna Karenina"?, ¿un material que precisamente no necesita nada para ser magnífico más que una tradicional y clásica descripción a su altura? (y es que, si hay algo que caracteriza las grandes obras de Tolstói es que no necesitan de adornos y virguerías más que las que el propio autor describe)... la verdad es que experimentos como estos me hacen añorar incluso la última adaptación televisiva de "Guerra y Paz" de 2007. Esta "Anna Karenina" no necesitaba adaptarse de una manera tan experimental para haber resultado grandiosa. Seguramente si Wright hubiera seguido por sus elegantes derroteros de "Expiación" y "Orgullo y prejuicio" hubiera sacado de esta "Anna Karenina" algo mucho más intenso y distinguido. Pero Wright sigue la estela de la excentricidad postmoderna de "Hanna", y aquí se embarra en una especie de "Moulin Rouge" que resulta aun más desacertado en su conjunto que aquel musical de Luzhman.

Hay que reconocer que sus decorados son bonitos (y sus vestuarios destacan sin igual), también hay que reconocer el esfuerzo de Wright con algunos de sus planos secuencia (que son complejísimos en su puesta en escena), pero el problema es que la innecesaria extrañeza se apodera del espectador enterrando cualquier atisbo de asombro que estos despliegues pudieran aportar (quitando la intensa y artística secuencia del gran baile, su narración es incapaz de producir algún aporte que eleve el conjunto hacia algo enervado y memorable. Todo lo contrario: lo mancilla y lo banaliza). Y es que estas elipsis y transiciones de "meta-teatro" en la trama no dejan de resultar irrisorias y un tanto ridículas, y quitan la poca seriedad e inmersión que los retazos de Tolstói puedan habernos dejado durante el metraje. Esa gente congelada, esos amanerados bailes y personajes no están bien insertados en la trama como instrumento sutil... y tal vez sea que no funcione porque su guión tampoco llama a ello. Y es que el guión adaptado tampoco resulta brillante. Se llena de momentos incongruentes (recorta demasiado la novela de Tolstói y tiene demasiadas lagunas sin explicar), deja de lado el tacto, el equilibrio y la finura de la narrativa del escritor ruso... y nos reduce "Anna Karenina" a un culebrón de sobremesa sin apenas profundidad o matices.

El reparto por su parte poco puede hacer. Los secundarios están correctos, y en el triángulo tan solo destaca la musa de Wright Keira Knightley que esta vez está de lo más precisa (pero que se siente lastrada ante una descripción del personaje folletinesca) mientras que un descolocado Aaron Johnson se siente en todo momento como un error de casting.

En definitiva, "Anna Karenina" es cine experimental a costa de convertir una obra culmen de la literatura en un romance rosa desmochado, un culebrón sin apenas alma pero sí muy grandilocuente. "Anna Karenina" distrae (con algunos puntos un tanto bobos por culpa del desacierto de su forma narrativa), pero se queda en lo superficial y apenas deja saborear la profundidad, los matices y la amplitud de miras de la novela de Tolstói.

Lo mejor: El vestuario, Knightley.
Lo peor: Ultrajar a Tolstói.
Spark
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