Las películas comerciales de Ozores parecen estar todas ellas cortadas por el mismo patrón (puesta en escena muy sencilla, realización pertinente pero en absoluto destacada, guión cómico con un enredo bastante bobalicón y con chascarrillos poco o medianamente acertados... y, en ocasiones (como ésta que nos ocupa), un reparto escogido con provecho), y "Es peligroso casarse a los 60" no es una excepción.

En esta comedia de 1980, Ozores adapta la obra teatral "Te casas a los 60". En ella un Paco Martínez Soria, tan en su salsa como acostumbra (y en un film creado para su total lucimiento), se mete en la piel del protagonista: Don Mariano, el dueño de una empresa de autobuses que, a sus 60, no ha sentado la cabeza y es un hombre ligón, trasnochado y con dejes machistas y racistas (una suerte de Mauricio Colmenero de "Aída" algo más descafeinado y con toques "humanos"... aunque algunas gracietas son un tanto desatinadas por su conservadurismo). La vida de Mariano, el cual vive con su hermana, dará un vuelco total en cuestión de simpáticos enredos cuando conozca a la mujer de su vida.... y cuando descubra que ya tiene una hija crecidita de un antiguo "rollete", una hija que le dará más de un quebradero de cabeza.

El film es medianamente simpático (y sus anacronismos se presentan en pequeños detalles sin molestar en exceso al espectador... más bien resultan curiosos y didácticos para observar la mentalidad de la época) pero sin llegar en ningún momento a lo destacado o reseñable. La puesta en escena, si bien correcta, no dice absolutamente nada. Y es que Ozores lleva esta historia con corrección y eficacia (el director presume de su buen uso de los recursos de la narración en el séptimo arte, con convenientes y oportunos usos de los zooms, de los planos cerrados o de los planos subjetivos), pero sin un sello cinematográfico y tampoco con un excesivo dinamismo o variedad en la realización (que le hubiera venido de perlas a la descripción de la comedia en la pantalla. ¡Vamos, que esto no es "In The Loop!", "La vida es bella" o "Pequeña Miss Sunshine"!), la fotografía no destaca en absoluto, y la puesta en escena es parca y vulgar. Así que, con una cinematografía tirando a mala y con un montaje de escenarios más teatral que cinematográfico, el film lleva a rastras ese peso de no contar con una plasticidad que encandile al espectador en el aspecto de narración visual (y eso, en los momentos menos inspirados de la trama resulta una gran losa).

El peso de la película recae pues en guión y actuaciones. Y son las actuaciones las que, con fundamento y buen hacer, acaban salvando a este vacuo entretenimiento. Porque el guión es tolerable sin más, con una trama que pudo dar mucho (pero muchísimo) más en cuanto a comedia disparatada e intensa se refiere. Sin embargo "Es peligroso casarse a los 60" es timorata y no llega al delicioso surrealismo cómico (tal vez sus momentos finales donde el enredo se condensa es cuando el film más mantiene la simpatía y la risa). Los avatares se suceden con... o bien algo de gracia (con chascarrillos de lo más básicos, fácilones, infantiloides y remolones que difícil es que hagan soltar la carcajada... pero que en algún que otro momento más inspirado sí que pueden despertar una sonrisa cómplice (por poner un ejemplo, las gracias son de tipo (las menos afortunadas): Don Mariano: "Te llevo a parir en mi autobús", Embarazada: "Se van a pensar que vamos a hacer el Madrid Monumental" o (algo más atinados) María Luisa Ponte; "Mariano, no me gustan los tapujos", Don Mariano; "Pues que te pongan otra cosa para cenar"... ¡y esa es la que más graciosa me pareció!!)) o bien ninguna (dejando al espectador con cara de poker).

Lo cierto es el primer tercio de "Es peligroso casarse a los 60" es muy plano en su narración y muy apocado en su comedia. Pero... según avanza la trama (con la aparición de la noticia de la hija ilegítima) y el enredo se va desarrollado, el film toma una marcha más y presume de gracietas más intuitivas y entusiastas.

Pero es el reparto el que eleva el humor y el enganche de "Es peligroso casarse a los 60". Son ellos, los actores, los que mantienen la complicidad y el cariño para con el espectador... y los que hacen que algunas "salidas" de humor de lo más inocentón y perezoso, resulten divertidas y amenas. Y es que en "Es peligroso casarse a los 60" tenemos a un Paco Martínez Soria carismático, cercano y festivo... y con un punto de sutileza dramática entrañable en ciertos momentos. El cómico se vuelve a meter con naturalidad y complicidad en el personaje que siempre interpretaba en sus films (admito que no soy muy fan de este personaje, y que no soy de esas personas a las que hacía gracia nada más verle, pero el actor tiene un empaque y una personalidad innegables con los que siempre triunfaba como sostén de un film... por muy malo que fuera). Martínez Soria está arropado esta vez por una siempre grandiosa María Luisa Ponte (tan genial como siempre, a pesar de no ser éste su papel más lucido), por una debutante Adriana Ozores natural y magnética como esa hija cazurra y deslenguada de Don Mariano, y por un Antonio Ozores que realiza una aparición final para despertar con comicidad al personal con un personaje estrambótico y de autoparodia y guasa total.

En fin. "Es peligroso casarse a los 60" no va a mantener al espectador pegado a la butaca ni mucho menos, ni estamos ante una cinta de obligado visionado. Es obviable a nivel técnico, a nivel de guión es más bien mediocre aunque tiene las suficientes ocurrencias como para al menos entretener y mantener la sonrisa en casi todo momento, y tiene a un plantel de intérpretes en su salsa y pasándoselo de lo lindo lo cual se transmite con gusto al espectador (desde luego con ese reparto esta cinta no podía fallar). Vale para pasar el rato, y para nada más

Lo mejor: El reparto... en especial Mª Luisa Ponte que eleva los momentos de comicidad y cordialidad que tiene en el guión, en especial destaco...