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España España · MADRID
Voto de Spark:
6
Comedia. Drama Tras la súbita muerte de su marido, Carmina convence a su hija María de no dar parte de la defunción hasta pasados dos días y así poder cobrar la paga extra que él tenía pendiente. Durante esos dos días esconden el cadáver y disimulan su duelo en la cotidianidad de un bloque de pisos de un barrio humilde de Sevilla. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando visioné el debut en la dirección de Paco León con "Carmina o revienta", no pude evitar una sensación apocada, de media decepción, de "lo que pudo ser y no fue". Pues en aquella opera prima, Paco León nos descubría con su madre de total protagonista delante de las cámaras... a un gran personaje (que ya y por derecho propio ha marcado una impronta en la historia del cine español): Carmina Barrios, una materfamilias tan luchadora como desvergonzada y sin pelos en la lengua.

Con una grandiosa e inigualable presencia, Carmina Barrios se hacía con el espectador y su complicidad al instante. Pero a aquel primer largo de modesto presupuesto en el que Barrios se paseaba con una naturalidad y un carisma arrolladores... le faltaba una trama trabajada con alicientes que pudieran captar el interés y el apego del espectador (pues el film era de unos acontecimientos rutinarios exagerados en su planicie, y se limitaba a suceder unos gags cómicos... algunos excesivamente vulgares y otros más afortunados).

En esta ocasión Paco León, con la crítica y los espectadores ya de su lado tras ese interesante aunque mejorable bautizo como cineasta, nos ofrece una historia muchísimo más intrigante, cautivadora y con mas miga y virajes, lo cual es de agradecer. Esta vez Carmina hace frente a la muerte de su marido por culpa de un mal uso de una medicación. Y Carmina se enfrenta a este deceso con mucho que ocultar sobre esta muerte y con conspiraciones con su hija para ocultar ciertos "detalles" del deceso... mientras que trata de mantener a su familia y a ella misma a flote.

Así pues esta vez Paco León conjuga con delicia el drama sigiloso, la comedia negra y la comedia costumbrista ya vista en el primer film "Carmina o revienta", y el resultado es muchísimo más satisfactorio que en la primera entrega. Pues "Carmina y amén" resulta una tragicomedia sabrosa, donde las secuencias de humor perspicaz y conseguido se suceden casi sin respiro para con el espectador (es cierto que el metraje no evita en algún punto contado silencios vacuos y escenas rutinarias que nada dicen ni nada aportan... pero por fortuna esas escenas son escasas y apenas molestan al conjunto que no se excede en ellas), mientras que la trama del deceso y sus misterios progresa con la suficiente agilidad y tino.

Evidentemente León es totalmente consciente de que el sostén y el corazón del metraje es su inexperimentada madre como intérprete principal (¡quién lo diría! pues Barrios parece, no ya nacida para la interpretación, sino una actriz experta y curtida que hace palidecer... o mejorar con química a los interpretes a los que acompaña), y es a ella a la que lega todo el metraje, metraje por el que Barrios se pasea como total dueña y que saca oro con cada escena que protagoniza sea con el personaje que sea.

El film es pues una sucesión de encuentros o "encontronazos" de Carmina con todos los personajes que desfilan por el metraje; encuentros y diálogos con sus humanos pero estrambóticos vecinos (genial como León dibuja a estos personajes con rutina pero con un punto de locura sorprendente en ciertos minutos). Y así, entre reflexiones que Carmina le hace a su marido muerto al más puro estilo "Cinco horas con Mario" (la intérprete deja alguna frase descarada hacia su marido simplemente maravillosa), entre diálogos algo más dramáticos e intrigantes con el personaje de su hija, entre variadas y dispares reacciones de Carmina con sus vecinos (inolvidable como pone en su sitio a algunos caraduras, inolvidable también sus gestos faciales que no hablan (pero que dicen muchísima burla, sorna e ironía) cuando el personaje de Yolanda Ramos con sus chacras y su marihuana desvaría por completo), entre diálogos de Carmina con su mascota, el loro "Bárcenas"... entre todo esto "Carmina y amén" resulta una pertinente, aguda y perspicaz comedia muy bien interpretada (y esto es mucho decir dentro del cine patrio, donde "Carmina y amén" tenía muy fácil destacarse y lo logra).

Evidentemente el guión pudo trabajar aun más a sus personajes y con más madurez, exactitud y dimensiones (esto no es el "Lincoln" de Steven Spielberg ni la "Carol" de Todd Haynes), pero "Carmina y amén" da lo que se espera de ella como comedia versada y despierta con interesantes posos de drama y de misterio.

En fin, el film sin ser una obra maestra, sin un libreto del todo sobresaliente, con una fotografía y una banda sonora obviables, y con un Paco León que no se destaca en la dirección (excepto en la dirección de actores que es brillante) pues su puesta en escena es de lo más minimalista y con muchos planos mantenidos (pero aunque su realización y edición no sea de un dinamismo extraordinario, es lo suficientemente habilidosa y pertinente), nos regala una comedia patria negra, costumbrista, espabilada y astuta (las frases y diálogos no son bobalicones y simplones precisamente) que deja muchísimas risas cómplices y algunas secuencias que quedarán en la memoria por su hilaridad y su humanidad. Esta "Carmina y amén" deja a casi todas las comedias españolas en pañales. Recomendable.

Lo peor: Por ponerle un pero, el film tiene cierta escena rutinaria que no aporta nada al metraje.
Lo mejor: La interpretación de Carmina Barrios y algunos de sus gestos y diálogos (ha resultado una actriz colmada de carisma y presencia, que conecta al instante con el espectador y que también lega sutileza dramática en sus gestos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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