Haz click aquí para copiar la URL
España España · MADRID
Voto de Spark:
6
Thriller. Drama Chicago, en la década de los 30, cuando la Ley Seca (1920 a 1933) todavía sigue vigente Estados Unidos, los hermanos Bourant se convierten sin querer en contrabandistas de alcohol. En la tierra de las oportunidades no siempre es fácil ganarse la vida y hacer fortuna, sin embargo, estos hermanos fabricarán whisky casero y tendrán que ser astutos para que el agente especial Rakes y las autoridades no los descubran. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Lawless" es una cinta de muy buenas intenciones, la cual se basa en la novela de Matt Bondurant "The Wettest County in the World" (El Condado más húmedo en el mundo). Una novela que tiene partes de ficción e interesantes reseñas históricas sobre los años 30 en los Estados Unidos, época en la que Ley Seca fue un provechoso negocio ilegal y las familias mafiosas proliferaban en las grandes ciudades con peligro y glamour.

Sin embargo la premisa de "Lawless" es mucho más inédita y singular que aquellas que nos llevan por los emocionantes, inquietantes e interesantes mundos del contrabando de alcohol y sus mafias metropolitanas. Pues "Lawless" se adentra en el mundo de las destilerías clandestinas desperdigadas en la naturaleza más remota de la América profunda (lástima que este tema se acabe tocando tan poco más allá de su curiosa y atrayente premisa).

Y así, los tres hermanos Bondurant protagonistas del film (Forrest (Tom Hardy), el mayor y el líder de gran inteligencia, mesura y sentido de la supervivencia. Howard (Jason Clarke) un vividor matón tan alocado como efectivo, y Jack (Shia LaBeouf) el benjamín que tiene un gran corazón pero muy poco seso) poseen una destilería escondida y se dedican a vender en el mercado negro cajas y cajas de Whisky, Brandy y otros licores... hasta que llega al pueblo el Agente Especial Rakes (Guy Pearce), un psicópata empeñado en hacerles la vida imposible a los hermanos a no ser que paguen una "mordida" para que él haga la vista gorda.

De nuevo admito que la premisa de "Lawless" me parece interesante, jugosa y copiosa. El cine que enfrenta a bandas criminales entre ellas o contra las fuerzas del orden de siempre es capaz de aportar matices de inquietud, impacto y giros y pormenores avezados.

¡Pero claro!, para que esto suceda el guión tiene que desarrollarse por multitud de recovecos y matices, sin dejar nada de lado, y completando una trama con madurez, sagacidad y agudeza en cada uno de sus momentos. Pero por desgracia esto en "Lawless" no se da, así que cuando visionemos este film nos tendremos que olvidar de "El Padrino" (1972), "Pulp Fiction" (1994), "Jackie Brown" (1997), "Uno de los nuestros" (1990), "American Gangster" (2007), "Los intocables de Elliot Ness" (1987), "Casino" (1995) y demás cintas del género que se acercan a las mafias y sus mejores gangsters.

Porque "Lawless" parece que no ha querido exigirse tanto (ese mundo de la destilería y sus trabajos en ella, precisamente lo más novedoso en una cinta de este tipo, se abandona por completo (por desgracia esto no es "Pozos de ambición" (2007)), así como las negociaciones en el mercado negro con los capos, o la organizada red de corrupción policial) y se limita a sí misma al tira y afloja de estos tres hermanos con el "malo maloso" del film... sin olvidar por el camino de peleas, torturas y tiroteos, alguna que otra subtrama romántica más blanduja que el papel de fumar y más obviable que un cenicero en una moto.

Aun así, y con un desarrollo argumental bastante pobre, resobado y pronosticable, la cinta se deja ver con mediano interés gracias al buen hacer de en el ritmo y la regularidad del libreto (pues si bien no estamos ante un guión de Oscar, no estamos ante una cinta que dilate sus escenas sin necesidad, la trama a pesar de estar manida, está bien hilada y progresa con fluidez, evolución y encadenamiento), a la puesta en escena de John Hillcoat (con destreza en sus planos y edición (y con talento en sus planos cerrados (algunos picados y contrapicados)), con una fotografía e iluminación de tonos ocres que no dice nada nuevo pero que tampoco molesta, con una pertinente elección de paisajes y diseño de producción (con vetustos pero distinguidos vestuarios y escenarios (se puede oler el polvo, la madera, el Whisky y la pólvora de esta cinta), y al oficio de casi todos sus interpretes (Tom Hardy está excepcional, sutil y carismático. Es capaz de ofrecer al espectador mucho con muy poco gesto. Guy Pearce se mimetiza con su perverso villano. Pero eso sí, lo de darle tanto protagonismo a Shia Labeouf resulta un gran error, pues está tan monocorde, distante y abúlico como acostumbra y todas sus escenas son las que menos transmiten y más incordian al espectador. Del resto del reparto poco puedo decir más que cumplen sin despeinarse pues son meros convidados de piedra (en especial los personajes femeninos)).

Así pues estamos ante un film suficientemente solvente y efectivo, una cinta que es un estupendo ejercicio de puesta en escena y fluidez narrativa (y solo por eso resalta un poco por encima de la media en el cine actual), y cuenta con una premisa curiosa y atrayente... que se va diluyendo por culpa de su escasa originalidad y previsible topiquez. Es recomendable para los fans del género, pero dudo que alguien la vaya a recordar por mucho tiempo.

Lo mejor: Su puesta en escena. Tom Hardy ("Lawless" no sería lo mismo sin él. Eso sí, si se quiere ver a Tom Hardy en un buen drama histórico de la mafia (aunque él no sea el protagonista), mejor ver la serie británica "Peaky Blinders" (que lleva ya 3 temporadas sobresalientes), eso sí es algo de gran calidad)
Lo peor: Shia Labeouf, su interpretación (el film sería algo mucho mejor sin él) y la descafeinada y huera subtrama romántica que protagoniza.
Spark
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow