Largometraje musical basado en la vida del cantautor Elton John (Taron Egerton) que nace a rebufo del éxito comercial y crítico de "Bohemian Rhapsody" (2018) (por compartir, comparten hasta personajes (el manager y amante de Elton John (John Reid) también fue el mánager de Queen y aparece los dos dos films como personaje secundario... curiosamente dependiendo del film nos lo presentan como villano o como una buena persona)). El film intercala números musicales bastante olvidables dentro de una historia dramática sobre la difícil infancia de su protagonista, y una juventud claroscura carga de éxitos cegadores, excesos nihilistas y espirales autodestructivas.

Las cosas como son, "Rocketman" contaba con una propuesta que pudo dar lugar a una obra maestra: música soberbia e inigualable (estamos hablando del autor e intérprete de obras musicales como "Your Song", "I'm Still Standing" (mi favorita personal), "The Cicle of Life", "Don't Go Breaking My Heart", "Can Your Feel The Love Tonight", "Sorry Seems to Be The Hardest Word", "Electricity", "Rocketman", "Sacrifice" o "Candle in the Wind" entre muchas otras aunque estas sean las más destacadas), estética de relumbrón, un personaje multidimensional y carismático, y una trama profunda y multifacética. Por ello fastidia más que "Rocketman" escoja de forma tan errática sus situaciones argumentales y sus canciones.

La cinta al final no llega a ser un mal film gracias al material de base con el que cuenta (algunas melodías son del todo pegadizas y/o atrapantes), al vestuario (en mi opinión, lo mejor del metraje) que recrea todo lo escogido por Elton John de forma deslumbrante en todos los sentidos, y a Taron Egerton que aporta una naturalidad y una presencia muy gratas a su Elton particular. Pero si no fuera por estos leves y momentáneos detalles que elevan la experiencia de la película, estaríamos hablando de una cinta muy regulera tirando a mala sin contemplaciones.

Y es que "Rocketman", en lugar de optar por recrear las canciones más sobresalientes de su protagonista y convertirlas en números musicales originales e intensos (lo que hizo "Bohemian Rhapsody", que tampoco es que fuera una obra maestra pero en eso si atinó), decide gastar minutos en las obras musicales más planas y grises de su cantautor (en puntos somos como el personaje de Stephen Graham (el productor discográfico Dick James) que interrumpe a Elton casi nada más empezar a tocar el piano y cantar para decirle que por favor pase a la siguiente pues esa pieza no le dice nada) y transformarlas en secuencias musicales anodinas y redundantes. Y así "Rocketman" es de esos musicales en los que, cuando empiezan a cantar sus personajes lo hacen sin ton ni son, sin venir a cuento y con el espectador oliéndose un número coreográfico y melódico muy mediocre, lánguido y usual. Tiene mandanga, pero en "Rocketman" al menos el 60% de sus momentos musicales molestan y ensombrecen a la cinta en lugar de alzarla.

Fuera del espectáculo musical que pudo ser más certero, el guión nos lleva por una trama desarrollada con poca pericia. No se trata de un total desastre argumental y la cinta nos lega pequeños momentos de drama cómplice (sobre todo si se forma parte del colectivo LGTBI) en los que sentimos de forma eficiente el desconsuelo de una persona que jamás tuvo el cariño, el amor, la comprensión y el afecto necesarios en la infancia para confiar en sí mismo. A pesar de esos pequeños momentos de melodrama eficaz en su libreto donde el drama paterno-filial resulta lo más sugerente (quizás mereció mas minutos en pantalla), arrojado, y vehemente (en los que para ello nos presentan a sus personajes de forma arquetípica (ojo porque los hermanos de Elton John ya han salido a desmentir que su padre sea el villano de libro con Elton John que la cinta nos hace ver, y han expresado que la relación de Elton con su padre ha sido bastante más positiva y con más cariño mutuo que el que nos presenta (en realidad ni lo presentan), y atención también al personaje de Richard Madden (que hace un trabajo genial con...