El film de animación "Rango" prometía mucho más de lo que acaba ofreciendo, pues contaba con el dúo artístico formado por Gore Verbinsky en la dirección y Johnny Depp en la actuación... dúo que confirma nuevamente que más allá de las entretenidas entregas de "Piratas del Caribe" no tiene mucho recorrido (junto a "Rango", ejemplo de ello es también "El llanero solitario" (2013)).

"Rango" pretende ser una parodia vivaz, espabilada y lenguaraz del cine western para todos los públicos... pero se queda en comedia aventurera gris, negligente y flácida.

El argumento por el que navega este lagarto doméstico es el más tópico y resobado en el cine infantil: animal/juguete/ser antropomórfico acomodado en una vida doméstica con los humanos... que descubrirá "el verdadero amor, la amistad, el valor y el coraje" en una aventura fuera de su hábitat usual. Les suena ¿verdad? Pues sí, es que esto ya lo hemos visto en el cine de animación y mejor: desde Buzz y Woody en la saga de "Toy Story", pasando por "Shrek" (2001) y llegando al león Marty de la serie fílmica "Madagascar".

Y "Rango" no es ni mejor ni igual en su guión que esos recordados films familiares, es peor. Si bien es cierto que la trama se desarrolla con soltura y dinamismo (quitando cierta redundancia en la acción en sus minutos finales), no se desarrolla con detalles de brillantez cómica encadenada. Las risas en "Rango" se cuentan con los dedos de una mano... pero el resto de sus chascarrillos son tan simplones y resobados que fracasan en generar tan solo una mueca (eso sí, a los más peques tanto trompazo, voltereta y demás les complacerá en su justa medida). La trama aventurera por su parte es tan tipicona y revista como perezosa y desatendida (insisto, esto no es "Shrek"), la hemos visto muchas veces y mejor... y lo mismo se puede decir la construcción (si se le puede llamar así) de sus personajes y de la vertiente investigadora y detectivesca de la cinta... cuya intriga es tan manida que es... cero.

Así pues es difícil que el espectador adulto mantenga el interés frente a una cinta de este calado pasados los minutos iniciales que acomodan a la audiencia por el compás firme del relato y la plasticidad visual de la cinta. Y es que, a pesar de que lo que vemos es algo ya muy visto y mucho mejor narrado, la trama va progresando con diligencia y evolución. El metraje tan solo tiene puntos muertos en su tercio final, y la percha de su animación resulta distinguida e ilustre (no es que estemos ante un diseño de personajes memorable... de nuevo, esto no es Pixar. Pero los medrados movimientos de sus personajes son una delicia (en especial del protagonista, cuyos ademanes han sido tomados del personaje de Johnny Depp en Piratas del Caribe: el Capitán Jack Sparrow), el juego de colores en escenarios resulta primoroso, la edición resulta habilidosa y, por si esto fuera poco, Hans Zimmer acompaña la narración con unos temas nuevos de spaguetti western realmente vivaces, pegadizos y destacados).

En fin, una parodia al spaguetti western que se queda a medio gas y que solo es recomendable para distraer y amenizar a los más peques de la casa. Los adultos podremos aguantar un visionado del film con una justa distracción (y el film en algunos momentos se ganará a ese espectador en aisladas secuencias jocosas... que por desgracia son muy aisladas en el conjunto) gracias a la cuidada fotografía y al compás narrativo despierto. Su último tercio, eso sí llega a lo redundante y pedante con tanta persecución, huída y brincos de sus protagonistas en un desenlace de cine infantil del que sabemos los detalles al dedillo.

Muy por debajo de cintas de su mismo corte como "Madagascar" (2005), "Toy Story" (1995) o "Shrek", y al nivel de "Bee Movie" (2007), "Tiana y el sapo" (2009), "Madagascar 3" (2012) o "Ice Age 4: La formación de los continentes" (2012).

Lo peor: Un guión timorato y poco arriesgado y elaborado tanto en su humor como en sus aventuras.
Lo mejor: La banda sonora de Hans Zimmer. La escena de...