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España España · MADRID
Voto de Spark:
6
Romance. Drama Las cinco hermanas Bennet han sido criadas por una madre obsesionada por encontrarles marido. Pero una de ellas, Lizzie, inteligente y con carácter, desea una vida con perspectivas más abiertas, un anhelo respaldado por su padre. Cuando el señor Bingley (Simon Woods), un soltero rico, y su círculo de sofisticados amigos se instalan en una mansión vecina para pasar el verano, las Bennett se entusiasman con la posibilidad de encontrar ... [+]
17 de noviembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante la que es probablemente la mejor adaptación cinematográfica de una novela de Jane Austen (pues ni "Emma" (1996), ni "Sentido y sensibilidad" (1995), ni "Mansfield Park" (1999), ni "Amor y amistad" (2016) llegan a esta altura de despliegue audiovisual y honor al material literario original). Joe Wright brilla en este debut para la gran pantalla con un film purista y clásico, pero de excelente factura.

Pues la puesta en escena ofrece un despliegue de escenarios tan esplendoroso como absorbente. Resulta muy fácil perderse en esos palacios nobiliarios, en esas vetustas casas de piedra y en esos frondosos jardines y paisajes sublimes. La dirección artística es todo un dechado de virtudes, con una cinematografía para enmarcar (valga la redundancia), con unos decorados ampulosos acordes al lenguaje rebuscado de sus personajes, con una composición apolínea de sus elementos escénicos, con un vestuario y un maquillaje magníficos, y con una fotografía que mima al milímetro su confortable mezcla de colores, resultando todo este dechado de virtudes en una inmersión bucólica para el espectador y en un regalo para la vista en todo momento durante el metraje.

El estilo plástico de "Orgullo y prejuicio" es tan memorable como triunfal. Y la realización de Wright no se queda corta con unos planos medios y unos planos secuencia verdaderamente lucidos. "Orgullo y prejuicio" es una obra pictórica en movimiento al nivel de "Brokeback Mountain" (2005), "Braveheart" (1995) o la trilogía de Peter Jackson de "El Señor de los Anillos". Otra cosa muy diferente es que su premisa y desarrollo estén al mismo superlativo nivel del despliegue audiovisual aportado. Ya les adelanto que no es así.

Y es que estamos al fin y al cabo ante una novela de Jane Austen para lo bueno y para lo malo. Y esto es una novela rosa, con melodramas y melomanías varias (sí, admito que la novela rosa no es mi género favorito literario y mis derroteros van más hacia la inadaptación de personajes a lo Pío Baroja o hacia la literatura de fantasía). La autora de Inglaterra desplegó grandes virtudes con unas historias de amor efectivas con ciertos misterios y secretos por desvelar respecto a sus protagonistas, y con unos personajes constreñidos a la época del siglo XIX con todo lo que ello implica. El libreto de la novelista Deborah Moggach resulta tan fiel al material original como digno hacia el romance de época que presenta el producto cinematográfico, sin embargo no puede evitar caer en bastantes instantes en el tópico, en la caricatura o en la unidimensionalidad.

No me malinterpreten, de tanto en cuanto resulta de lo más satisfactorio evadirse de los problemas reales y verdaderos con personajes cuya única ocupación en la vida sea contar las veces que los hombres entran a su puerta para pedirles la mano de su hija, cuyos dramas de lloriqueos se limiten a si un familiar les ha deshonrado casándose con alguien que no es de su misma clase social, y cuya rutina consista en asistir a fiestas y a leer bajo los mantos del campo. Es agradable escapar con tal eficacia como lo logra "Orgullo y prejuicio". El problema viene cuando se busca algo más que unos personajes limitados y hasta irreales en su humanidad (el personaje de Brenda Blethyn se lleva la palma en ese sentido. Resulta absurdo que nadie le haga reaccionar. Desde luego la actriz irlandesa hace malabares con él y al menos lo solventa con oficio), en ese caso no se puede evitar comparar la cinta con otros romances de época como "Carol" (2015), "Belle" (2013), "Brokeback Mountain" o la propia "Expiación" (2007) del mismo Joe Wright (su mejor película hasta la fecha) con personajes menos pomposos, más humanos, más francos y más multifacéticos.

Es esa la gran losa de "Orgullo y prejuicio": su limitación a la hora de desarrollar y pulir a sus personajes con mayores dimensiones y madurez, algo que se pudo hacer en un largo de más de 2 horas de idas y venidas (nunca mejor dicho) entre sus parejitas. ¡Pero claro!, entonces no se hubiera respetado tanto la novela de Austen y desde luego a los más puristas no hubiera convencido. Desde luego la cinta se hace completamente indispensable a todos los fans de los romances de época en pantalla, para el resto de público adulto es recomendable sin más. Un entretenimiento ajustado gracias a su depurada puesta en escena, pues la cinta posee un ritmo activo, unas actuaciones precisas (los actores jóvenes encajan como guantes en sus roles. Keira Knightley, Rosamund Pike, Matthew MacFayden, Jena Malone, Carey Mulligan, Simon Woods... todos ideales a pesar de haber tenido mejores materiales en los que desplegar su talento) y un grano a recordar gracias a sus elegantes fotogramas y banda musical clásica. Pero desde luego no es "Elizabeth" (1998), "Belle", "La favorita" (2018), "Mujercitas" (2019), "María, reina de Escocia" (2018), "Ammonite" (2020), "El secreto de Mary Reilly" (1996), "La chica danesa" (2015), "12 años de esclavitud" (2013), "Lejos del cielo" (2002) u otras cintas de época con mayores vicisitudes, honestidad y hondonadas. "Orgullo y prejuicio" se queda más bien en un "Australia" (2008), "La feria de las vanidades" (2004) o "La duquesa" (2008).

Lo mejor: Su fotografía.
Lo peor: Su guion en ciertos puntos muy arquetípicos y garabateados.
Spark
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