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Voto de Verdebotella:
7
Drama. Comedia Judah y Clifford son dos hombres enfrentados a sendos dilemas morales de diferente gravedad. Cuando Judah, un reputado oftalmólogo, pretende poner fin a su relación extraconyugal, su amante lo amenaza con arruinar su vida contándoselo todo a su esposa; según su hermano Jack la única solución es asesinarla. Por su parte, Clifford es un director de documentales que se ve obligado a rodar una película sobre su cuñado, al que desprecia. (FILMAFFINITY) [+]
8 de agosto de 2011
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquí da muestra Woody Allen de su capacidad para dotar de inteligencia y brío, historias y sucesos tan cotidianos como la vida misma. En “Delitos y faltas” vemos un Allen más serio y, sobretodo, más moralista, todo ello envuelto en un tono reflexivo y con destellos cómicos.

Woody dota a la historia de una aire tragicómico con ecos de Shakespeare, un guion bastante sólido donde se entremezclan el amor, la religión, la fe, la moral, la culpa, el pecado y el sentimiento de justicia. En el film se nos presenta esa clase media-alta que tanto y tan bien retrata, mostrándonos su vida social, sus intereses, sus caprichos y sus relaciones, unas relaciones que son la base a través de la cual el director fabrica una historia en el que las dudas asaltan y las circunstancias nublan al personaje. Las decisiones se enmarcan sobre los problemas amorosos y las crisis existenciales que atraviesan los protagonistas de la historia. Aquí las consecuencias son incontrolables.

Como toda película de Woody Allen hay una gran diversidad de personajes, y él los maneja a su antojo en dos líneas argumentales totalmente separadas que se unirán en un final certero y no tanto por como acaba sino por lo que se dice, ninguna de las dos lineas pierden atractivo a lo largo del film formando un conjunto equilibrado donde se profundiza en el crimen, en la justicia (crimen sin castigo), en la familia (escena en la que visita su antiguo hogar), en la educación (su pasado religioso), en la felicidad (¿El amor caprichoso o necesario?), en la sociedad e, incluso, en la existencia de Dios.

Podría decirse que esta película es el origen o el germen de las futuras “Match Point” o “El sueño de Cassandra”, con toques metafísicos y moralistas del cine de Bergman como se comenta de forma muy acertada; pero aquí junto a la sordidez, ironía y reflexión característicos de los films del neoyorquino se le añade un punto deliciosamente cómico, representado en personajes como el que protagoniza Woody Allen, o su cuñado Lester, y por supuesto sin olvidar al doctor Levy y sus ingeniosas frases. Porque la película está llena de diálogos de una lucidez y un desparpajo que te arrancará una sonrisa o, incluso, una reflexión.

Hay muchas cosas interesantes a destacar, pero por resaltar me decanto por ese lado cómico e irónico, así que cualquier escena de Cliff o de ese viejo existencialista de la pantalla de televisión que se despide con una nota de los más perspicaz y escueta que se haya visto.

¡Ah! y por supuesto esas escenas tan graciosas donde el cuñado/productor Lester aparece con su arrogancia y su grabadora...
Verdebotella
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