“Love and Monsters” es una gran aventura que remite a clásicos de la literatura como “La Isla Misteriosa”, de Julio Verne. Originalmente se estrenó en 2020, pero Netflix recientemente la subió a su catálogo.

Que la película cae en algunos lugares comunes y no aporta ningún concepto novedoso es algo que no le voy a negar, pero es una fiesta absoluta y el protagonista –Dylan O'Brien de la saga “Maze Runner” – le pone suficiente carisma como para volverla sumamente entretenida.

Acá la idea de “la naturaleza quiere matarte” nunca fue tan cierta. Esto de monstruos-animales gigantes está muy simpático y sería un fantástico concepto para un juego de mundo abierto. Las criaturas están muy logradas, tanto que la película fue nominada a “mejores efectos visuales” en la temporada de premios pasada.

El mundo pos-apocalíptico de esta producción es muy diferente al de la mayoría, donde todo es oscuro y turbio. “Love and Monsters” tiene una paleta de colores brillante y colorida. Realmente muestra que, después de que el 95% de la humanidad se extinguió, el medio ambiente tomó el control sin restricciones.

El paisaje recuerda un poco a “The Last of Us”. Aviones enterrados en montañas cubiertas de enredaderas, edificios cubiertos de plantas y árboles, vegetación reinando sobre las antiguas ciudades. Todo se ve increíblemente bien.

Pese a que el tono es siempre infantil y liviano, el último tercio de la película brinda la clásica (aunque importante) moraleja de ser amables con las personas que nos rodean. El mundo puede ser peligroso, pero si aprendemos cómo evitar sus peligros, es soportable. La verdadera amenaza son las personas que actúan de forma egoísta y sin empatía por los demás.

Si bien la trama es muy simple, el arco narrativo de nuestro Joel protagonista tiene una buena construcción, donde se utilizan numerosos recursos narrativos que funcionan (como un gran uso de “pistolas de Chejov” y el foreshadowing). Puntos extras por el siempre genial Michael Rooker y la participación del perro más copado del mundo.

==> CONCLUSIÓN: “Love and Monsters” recuerda a las comedias familiares de los ´90. Tiene algo de aventura y supervivencia, mucho humor, un poco de drama romántico y criaturas peligrosamente adorables. Es una “feel good movie” bien hecha, porque todo el tiempo dan ganas de saber más sobre aquel pos-apocalíptico mundo. <==

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