Estupenda película de Kubrick, una maravilla visual con unos efectos o trucos visuales alucinantes incluso vistos hoy en día, impacta más visualmente que la mayoría de películas que se hacen actualmente. La música es maravillosa y su adaptación a la imagen es perfecta. HAL es un entrañable personaje y Keir Dullea está magnífico en su relación con la computadora, parece un astronauta auténtico. Solamente la parte final se me hace un pelín larga. Una película como pocas.