Película que toca muy directamente a diferentes grupos sociales, desde la infancia hasta la madurez. Enlaza las secuencias a modo de diario contado, el de Caterina. Ella, como protagonista que llega a una nueva ciudad venida del campo descubre algo novedoso: las modas, las manipulaciones, el odio, la importancia de tener dinero... Se escapa de la "buena ignorancia" que puedan tener los que siempre han vivido en el campo para acercarse a la otra ignorancia de la ciudad. Como ella misma dice, se siente un fantasma. Nadie mira de verdad a Caterina en toda la película *. Pero yo en cambio, he sentido que la veía bien. Al igual que se ve a su padre, un hombre incomprendido y desilusionado con la juventud y el futuro. Desde mi punto de vista lo que falla un poco es la madre, simplemente porque han dejado al personaje un poco abandonado pudiéndole haber sacado mucho jugo.
Pero en resumen creo que la película contrasta muy bien la doble influencia en la creación de una personalidad: lo que sucede dentro del entorno familiar y las vivencias fuera, en el colegio y la calle.