El debut en largo de Javier Rebollo es una película que no debería pasar desapercibida para aquellos que disfruten con el cine como sorporte artístico para contar una historia. Leí críticas y comentarios antes de acercarme a verla, pensé sinceramente que no me iba a gustar por algunas de las cosas que se decían. Se la tacha de lenta, de corto estirado a largo, de protagonista masculino que te quema la sangre y sólo quieres darle un buen par de bofetadas para ver si se despabila… Bueno, yo tengo que decir que el tempo de la película es adecuado, a lo mejor se hace un poco larga hacia el final, puede que le sobren 10 minutos de metraje, tal vez así no daría tiempo a nadie para ansiar un desenlace o final. Pero eso no quiere decir que sea una película pesada. La cadencia que transmite es también la de los propios personajes, especialmente la del protagonista masculino. Tampoco creo que sea un guión de corto llevado a largo. En el trascurso de la película se suceden varias historias, el hilo conductor no se agota en los primeros 20 minutos, ni mucho menos. La película, de hecho, llega a sorprender cuando uno empieza a creer que ya sabe todo lo que va a ocurrir.

También se ha criticado su estética publicitaria. Yo creo que esa es una crítica bastante fácil. La fotografía del film es excelente, los colores y la estética en general está muy conseguida, no creo que por eso resulte especialmente una película petarda en cuanto a su cuidado estético. Javier Rebollo consigue, para mí, un producto atemporal que podemos ambientar en la actualidad (si no fuera porque pagan en francos, y no en euros), en los 90 o en los 80. Personalmente me encanta el retrato de un París tan periférico y desolador como las calles de ese Tembleque en medio de la nada, en la Mancha.

Hay mucha elegancia, no hay prisas, hay una historia de amor, de miedo y timidez. Hay aquí una flor rara, pero por rara que sea no deja de ser una flor que admirar y que con toda seguridad, en próximos trabajos del director, llegue a ofrecernos fruto maduro y radiante.

Le pongo un 7'5.