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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Giskdan:
3
Terror Una serie de espeluznantes accidentes y brutales asesinatos dejan un sangriento rastro en la cavernas subterráneas que hay bajo los sótanos del Teatro de la Ópera. Nacido en esas tenebrosas cloacas, un hombre-monstruo criado por las ratas, acecha. La oscura y grotesca vida de ese fantasma cambiará al enamorarse locamente de una hermosa y joven cantante, a la que seduce con sus encantos. Una revisión del clásico, con altas dosis de erotismo. (FILMAFFINITY) [+]
4 de mayo de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando el fantasma se enteró que su nueva Christine iba a ser Asia Argento, ¡se puso tan cachondo que podía tocar el órgano sin usar la manos!

OPERAS ARGENTAS, Parte I:

- LO VISUALMENTE LINDO Y DELIRANTE
El fantasma, sobre una terraza, alucina una trampa para ratones gigante, pero que en vez de roedores tiene atrapados a seres humanos desnudos que patalean por escapar. Al unísono, se proyecta sobre el cielo la visión de Asia como una diosa vestida en velos. Este fantasma le daba al LSD, evidentemente.

- LOS ANTECEDENTES
El gran maestro del terror italiano, Dario Argento, una vez manifestó que había solamente un par de películas de terror clásicas a las que le gustaría hacer una remake: Frankenstein y El Fantasma de la Ópera. La del monstruo resucitado quedó en el tintero y finalmente terminó haciendo la bosta de Drácula 3D (2012), que es para pegarse un tiro en las pelotas. Con los terrores teatrales ya había coqueteado en 1987 con la joyita de "Opera" (Terror en la ópera, el título en español), pero un década más tarde decidió hacer su interpretación de la novela de Gastón Leroux. ¡Y qué interpretación!

- LAS "LIBERTADES ARTÍSTICAS"
La historia ya había sido adaptada como un slasher de sangre gorilenta en el 89 con la versión dirigida por Dwight H. Little y protagonizada por Robert "Freddy Krueger" Englund. En aquella, ya se habían pasado de mambo haciendo que el fantasma hiciera un pacto con el diablo y persiguiera a Christine a través del tiempo (¡CHAN!). En la absurda y sangrienta interpretación de Dario, también se tomaron algunas libertades y, con ecos al pingüino de Tim Burton, el fantasma es un niño criado en las alcantarillas del teatro por ratas. Tarzán, el Hombre Rata. Pero ojo, eso no es nada... ¡La ratas son telepáticas! (¡RE CHAN!)

Todavía no cantes cartón lleno que hay más. El fantasma no usa máscara ni está desfigurado; al contrario, es un rubio fachero de pelo largo del que Asia se enamora al milisegundo. Sería el Brad Pitt de los fantasmas de la ópera.

- LAS INTENCIONES AUTORALES
La peli busca ser una parodia del mundo del teatro y en esos momentos el camp desborda de la pantalla. Tenemos a la caricaturesca diva obesa de la ópera con unos humos por el techo; un pedófilo que seduce niños regalándoles chocolates; y hasta una escena en un burdel que parece hecha por un Fellini más pervertido de lo normal.

- LO ERÓTICO Y LO GORE
En esta versión el fantasma sí que la coloca y por fin pierde la virginidad. Su modus operandi lo acerca más a un vampiro y Christine es casi su cómplice. Lenguas arrancadas a mordiscos y hasta le rasguña una teta desnuda a la gorda (de nuevo, Fellini sangriento).

- LO ESTÚPIDO
Demasiadas cosas para ser mencionadas aquí. Se lleva el premio una máquina caza-ratas que parece sacada de un film de Jean-Pierre Jeunet. Si Dario tenía alguna intención de que la gente se tomara en serio esto...

- LO ÚNICO RESCATABLE
Disfrutar de la prima donna del cine de terror italiano, doblada por la soprano Raffaella Milanesi. Las caritas ridículas que pone Asia mientras hace que canta son encantadoras. ¡Cómo la quiero!

Este especial continuara con la ópera argenta posta; la anterior; la buena; la que vale: Opera (1987).

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Giskdan
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