Qué buena primera hora! divertida, graciosa y mágica.
Se nos muestra la vida fantástica de un mago " zoolantropo " y sus desventuras y aventuras para controlar a todos los bichos que habitan en su maletin. Aborda la vida del mago desde un punto de vista menos traumatico que en las últimas entregas de Harry Potter pero a la vez desde un perspectiva más adulta.
Los animales son verdaderamente fantásticos ( sobre todo los más pequeños) y todo discurre con fluidez y buen humor hasta que los "obscurias" y el personaje del poderoso Percibal Graves se materializan.
A partir de ahí cuando el papel de Colín Farrell gana relevancia y en regresión aritmetica el del personaje" no mágico "Jacob Kowalsky la pierde, la función se desmorona y nuevamente los efectos especiales se hacen los protagonistas y el guión se resiente.
Peter Yates conoce el universo Potter y dirige bien sin desperdiciar los conocimientos adquiridos en su anterior paso por la saga pero la historia central ( al menos media hora del metraje total) es tan mala que todo lo bueno del resto de la pelicula queda en la memoria casi en un segundo plano.
Así qué está hubiera sido,sin duda, una buena película de 103 minutos pero acaba siendo una regular de 133.