En un pueblo español, allá a mediados de los años 50', las apariencias (como en cualquier época y lugar de la historia) son algo que rige de manera muy notoria la vida de sus habitantes. Un grupo de bromistas-gamberros convencen a un amigo para que simule querer casarse con la solterona del pueblo. Personaje que trabaja realmente bien (Betsy Blair) y cuya sonrisa hace que creas realmente en su ilusión por casarse. Una mirada que dice mucho y eso que la muchacha habla tanto que parece que no tuviera más que decir.
Una fotografía muy cuidada y una tensión de esas que se disfrutan. Una fotografía y una realización que te sumergen en la película de forma genial. Y a la vez que hace todo eso, la película describe de forma algo irónica esa realidad de apariencias. Una auténtica crítica a dicha forma de vivir. Me ha encantado.