Se supone que una va al cine para ver una película con una imagen digna y un sonido envolvente, para sentirte más parte de la película en la que te quieres meter... Pero cuando tienes una señora aburrida que se pasa media proyección riendo en los momentos en que todos estan en silencio... Así que, le pongo un ocho... a pesar de la señora de atrás!

No me gustan los dramas. Soy una llorica y me da bastante palo ir a un cine y pagar para pasar un mal rato, así que me resistía a ver "Los descendientes" aunque acompañara al drama la palabra "comedia". No me fiaba. Por suerte fui a verla.

Es una película difícil de explicar; podría haber sido un pastelazo; una historia más de una familia con problemas y camisas con flores. Una hija adolescente, una pre, un hombre en plena crisis existencial, un tío que nadie sabe qué pinta allí y una situación que los supera a todos y contra la que ninguno quiere/sabe luchar. Pero Payne desmitifica el drama de una manera magistral y te hace reír con lágrimas en los ojos, y carcajearte con un camino húmedo en las mejillas.

Recuerdo el velatorio de mi abuelo cuando, cansados y tristes, mi primo dijo una chorrada tremenda que nos hizo estallar a todos en risas. Mi pobre abuela decía sin parar "no deberíamos reírnos" pero lloraba de la risa. Quizá era una manera de sacar lo que teníamos dentro pero lo cierto es que por más que tengas un encontronazo con la muerte, la vida sigue. Creo que esta película va sobre eso.

Lo cierto es que no me ha hecho pensar demasiado; me ha hecho sentir. Y me gusta lo que he sentido. Me ha gustado mucho y me siento bien así que la doy por recomendable totalmente.