A ver, vale que el cuerpo de policía a veces no es todo lo eficaz que todos querríamos, pero mira, una vez que has dejado entrar en tu casa a un completo extraño y le has dejado solo en una habitación, si piensas que se ha escondido en tu casa lo más lógico es llamar a la policía en ese mismo momento.

Yo, cuando me interesa ver quién vive en un sitio, lo que suelo hacer es llamar a la puerta, como mucho quédate vigilando a ver quién entra o sale, pero por Dios, meterse a fisgar por la ventana... Pero no sólo eso, no... El pavo se queda frito en el sofá de la pobre inválida, que... esa es otra; no había más actrices disponibles? o es que ninguna estuvo dispuesta a aceptar semejante guión?

Pero eso no es todo, qué va. Toda una serie de reacciones inverosímiles (a menos que tengas una lobotomía, claro) de mano de nuestro protagonista, que, resumiendo, está como una cabra; tiene síndrome de Peter Pan abandonado y oye voces donde no las hay montándose un rollo mental que no se cree ni él.

Y... bueno, quizá sea que estoy desarrollando algún tipo de sexto sentido yo... pero se veía venir de lejos que quien se había llevado el tiro era ella.