Es genial ver como una película, tras un solo hecho, cambie totalmente. De lo que tras una hora de film parece la narración de un momento clave en la vida de un escritor, pasamos con un giro de guión de ciento ochenta grados a una historia en donde la locura toma las riendas de la misma, trasladándonos a un universo prácticamente surrealista. Pasamos de una película tranquila y en muchos aspectos cómica y divertida, a una película inquietante, casi agobiante, sin perder un humor que se torna ya un tanto negro.

Grandes personajes muy bien interpretados hacen prácticamente el resto. Película que sorprende (hay que mascarla un tiempo después de verla).