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Voto de Yago Rojo:
8
8,2
39.423
Ciencia ficción. Drama
Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
25 de abril de 2006
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda es una película genial, ya que si partimos del año en que se hizo y nos fijamos en el montaje, vemos que es un film espectacular, hecho de una manera brillante y cautivadora, con un desarrollo ameno y muy bien llevado.
La historia cuenta una sociedad futura que hoy en día tampoco es muy distante, salvando las exageraciones y el propio género de ciencia-ficción al que pertenece el largometraje, tratando a mi entender la diferenciación y lucha de clases de oprimidos contra opresores, de obreros contra burgueses, conflicto que inevitablemente llega a producirse en forma de revuelta violenta.
La historia cuenta una sociedad futura que hoy en día tampoco es muy distante, salvando las exageraciones y el propio género de ciencia-ficción al que pertenece el largometraje, tratando a mi entender la diferenciación y lucha de clases de oprimidos contra opresores, de obreros contra burgueses, conflicto que inevitablemente llega a producirse en forma de revuelta violenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que pasa es que en la película la ira de la clase obrera va dirigida a las máquinas y no a sus opresores reales, ofreciéndose una especie de apocalipsis, de fin del mundo a la hora de destruir las máquinas.
En la época de la película el tema de las máquinas, el puesto de trabajo y las personas seguía preocupando a la sociedad que veía como el desarrollo tecnológico avanzaba exponencialmente, y la peli muestra esa preocupación.
Sin embargo, también se habla del trabajo, de la explotación, de las clases sociales, etc. en una época donde sigue siendo reciente la Revolución Rusa y donde el Marxismo sigue cogiendo fuerza entre los sectores obreros organizados. En cuanto a esto último, la película trata de imponer el idealismo al marxismo, trata de decirnos que los seres humanos, independientemente de su posición y clase social, en el fondo somos buenos y buscamos el encuentro antes que el desacuerdo y el conflicto. Esto sería lo ideal, pero no es lo real en el transcurso político-económico de la historia, como se ha demostrado y se sigue demostrando. El final de la película muestra un idealismo bastane simplón, de tintes románticos, para una película tan compleja y bien llevada, teniendo como lema que "el mediador entre la cabeza y las manos es el corazón".
Si tratamos el final como el reflejo del pacto social que se estaba comenzando a fraguar ya en la época (aunque sea un concepto bastante más reciente), podríamos decir que la película no está del todo mal encaminada. Podríamos entender que el mediador es el sindicalismo que se fue vendiendo al capital, pero el mensaje que se nos transmite es que el amor que se tiene la humanidad es más fuerte que cualquier clase de explotación, más fuerte que la indudable lucha de clases.
Así pues, me parece una gran película, bien montada y bien llevada, con grandes interpretaciones (muy apasionadas), pero cuya historia es errónea por abusar de un idealismo en una temática que, por el desarrollo de la propia película, no cabe.
En la época de la película el tema de las máquinas, el puesto de trabajo y las personas seguía preocupando a la sociedad que veía como el desarrollo tecnológico avanzaba exponencialmente, y la peli muestra esa preocupación.
Sin embargo, también se habla del trabajo, de la explotación, de las clases sociales, etc. en una época donde sigue siendo reciente la Revolución Rusa y donde el Marxismo sigue cogiendo fuerza entre los sectores obreros organizados. En cuanto a esto último, la película trata de imponer el idealismo al marxismo, trata de decirnos que los seres humanos, independientemente de su posición y clase social, en el fondo somos buenos y buscamos el encuentro antes que el desacuerdo y el conflicto. Esto sería lo ideal, pero no es lo real en el transcurso político-económico de la historia, como se ha demostrado y se sigue demostrando. El final de la película muestra un idealismo bastane simplón, de tintes románticos, para una película tan compleja y bien llevada, teniendo como lema que "el mediador entre la cabeza y las manos es el corazón".
Si tratamos el final como el reflejo del pacto social que se estaba comenzando a fraguar ya en la época (aunque sea un concepto bastante más reciente), podríamos decir que la película no está del todo mal encaminada. Podríamos entender que el mediador es el sindicalismo que se fue vendiendo al capital, pero el mensaje que se nos transmite es que el amor que se tiene la humanidad es más fuerte que cualquier clase de explotación, más fuerte que la indudable lucha de clases.
Así pues, me parece una gran película, bien montada y bien llevada, con grandes interpretaciones (muy apasionadas), pero cuya historia es errónea por abusar de un idealismo en una temática que, por el desarrollo de la propia película, no cabe.