Una persona y un personaje como Elvis perfectamente podía haber dado la posibilidad de hacer una muy buena película.
El protagonismo de Elvis se ve continuamente disputado por el Coronel, interpretado por Tom Hanks, tanto que al finalizar la película no sabes quién es el protagonista...
El actor que interpreta a Elvis no es creíble, un error de casting total.
Más allá de un superficial repaso de la vida del personaje,en ningún momento profundiza con seriedad en los demonios, miedos y adicciones que le torturaron. Una película que suaviza y pule una superficie para que brille, buscando culpables de las consecuencias en todo lo que rodea al cantante para exculparle de sus errores.
Una total decepción.