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España España · Mexico
Voto de Alfie:
7
Drama. Comedia. Romance Cary Grant es un médico con un misterioso pasado, razón por la que es investigado por sus celosos colegas de la universidad donde trabaja. Mientras tanto, se casa con una joven que está embarazada de otro hombre. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2010
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enfrascado Hollywood en la infame “caza de brujas” casi todas las obras de los directores comprometidos con una u otra causa venían influenciadas por este turbio asunto. Unos de manera clara y abierta, como Dmytryck, dejaban su impronta de denuncia hacia el acoso recibido y la falta de libertad. Otros pasaban de puntillas o lo hacían sutilmente para evitar así problemas tanto con la censura como con el ínclito senador y sus acólitos, aunque al fin y al cabo venían a ser lo mismo. Podemos decir que Mankiewicz era de este segundo grupo.

Después de sus dos Oscars consecutivos, en 1951 graba este drama ligero adornado con el registro cómico y elegante que siempre suponía incluir a Grant en el reparto. No podemos decir que estamos ante una historia redonda ni que ate todos sus cabos con el mejor de los nudos pero cuenta con una serie de momentos bastante bien narrados y con unos diálogos que, lejos de la mayor brillantez mankiewcziana, hacen transitar el metraje de una manera entretenida y en ocasiones divertida. También hay que añadir que no veremos una actuación memorable de un Grant que encadenaría dos fracasos consecutivos ejerciendo de “médico” (el otro en “Crisis”, Richard Brooks 1950) o que su pareja con Crain recuerde a las míticas del galán con la Hepburn o con la Kerr. Sin embargo, si presume el film de un elenco de secundarios magnífico encabezados por un espléndido Finlay Currie que repite en cierto modo ese papel sombrío y mezquino de carcelero en “Brute Force” (Dassin, 1947). Esta vez encarna a Mr. Shunderson, mano derecha del Dr. Noah Praetorius (Grant), un personaje que Mankiewicz irá perfilando vagamente hasta un final donde, y aquí esos vaivenes “evita-censuras”, termina adquiriendo un protagonismo demasiado elevado ante un Grant ya para entonces sobrepasado. A esto sumar algún elemento que queda en el aire o por lo menos susceptible de un tratamiento más profundo. Esto tiene que ver con el personaje de Debora Hinggies (Crain) cuya primera parte del film vagabundea entre demasiadas interrogantes que finalmente quedan sin resolver.

Pero para seguir hablando de virtudes: el choque de nuevo entre ciencia y fe tratado genialmente en un diálogo entre el Dr. Praetorius y John Higgins (Wright), tío de Deborah y hombre de fuertes convicciones bíblicas. O la figura del repelente y desagradable Prof. Elwell (Cronyn) a quien Mankiewcz señalará con su dedo acusador como representante de esa clase de gente que, carentes de talento y corroída por la envidia, se dedica a difamar a los que tiene a su alrededor y que sí poseen esa brillantez que los distingue (aquí supongo que se vería representado McCarthy)

No esperen una de las mejores obras de Joseph, se estarían equivocando de cinta. Lo que es indudable es que si ven a Grant como un actor inigualable, si disfrutan con diálogos frescos e ingeniosos y si admiran a este cineasta como uno de los grandes de siempre pasarán un buen rato. Sustancia, amigos, ante todo sustancia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alfie
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