Escrita y dirigida por el canadiense Jean-Marc Vallée (La reina Victoria y Crazy) y protagonizada por Vanessa Paradis, Hèléne Florent y Kevin Parent (conocido cantante canadiense que debuta en el cine con esta película).

Dos historias, aparentemente lejenas la una de la otra, sobre todo por el tiempo en el que transcurren, ya que una está ambientada en el París de los años 60 y la otra en la época actual en Montreal. Varios puntos de unión como: el amor incondicional que trasnmite una madre a su hijo y el amor incondicional que siente una mujer hacia su marido.

Rodada a caballo entre Francia y Canadá, cuenta con una muy buena banda sonora en la que suenan temas, entre otros, de The Cure, Creedence Clearwater Revival, Pink Floyd.... Y el lazo de unión más destacado entre las dos historias es una canción que da título a la película "Café de flore"de Matthew Herbert, que suena a menudo en las dos horas que dura.

Realmente intensa, emotiva y conmovedora, donde está muy bien retratado el vínculo emocional entre los personajes. No se puede quitar los ojos de la pantalla y me alegro de haber llegado a ella sin saber qué era lo que iba a ver. Vanessa Paradis está realmente fantástica.