Luego del éxito de Murder On The Orient Express, Sidney Lumet se hace cargo inmediatamente de otro proyecto que al año se convertiría en un suceso mayor y en donde Al Pacino se consolidaría entre los grandes de Hollywood.

Sidney Lumet nos cuenta una historia real aunque cueste creerlo, uno se pone a pensar cómo un simple asalto a un banco se puede convertir en todo un suceso mediático en menos de cuatro horas. Gente volcada a las calles, policía y medios de comunicación congregados en el lugar de los hechos para ver cuál es el desenlace de aquel robo al banco donde los empleados permanecen dentro como rehenes.

¿Las razones para asaltar el banco? Inauditas. Solo diré para no ahondar en detalles que hay personas que por amor hacen cualquier cosa, la diferencia para Sonny es que todos tienen los ojos puestos sobre él y mucho más con la revelación sobre sus inclinaciones y preferencias.

El filme carece de banda sonora, apenas Amoreena de Elton John aparece al principio de Dog Day Afternoon como único tema y solo para ambientar una tarde tranquila en diferentes puntos de la ciudad de Nueva York. Lumet deja que las emociones de los personajes sean el enganche principal y único motor que sostenga el interés de Dog Day Afternoon en el espectador. Un trabajo con mucha carga emocional gracias a otro poderoso guión hace que no te quieras perder ni un minuto de ella. No recuerdo a un Pacino tan brillante, soy sincero ni siquiera en The Godfather, Scent Of A Woman o en The Devil's Advocate, en mi opinión creo que es su mejor actuación de todos los tiempos. Al Pacino se reafirma en Dog Day Afternoon como un verdadero monstruo de la actuación.

Diez estrellas, quizás sea muy regalón para algunos, pero Dog Day Afternoon, Sidney y Al se merecen cada una de ellas.