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Voto de BigCat:
9
7,4
34.692
Drama. Intriga
Texas, año 1963. Butch Haynes (Kevin Costner) es un peligroso e inteligente asesino que se ha escapado de la cárcel en compañía de otro preso. Durante la huida ambos se ven obligados a tomar como rehén al joven Philip (T.J. Lowther), un niño de ocho años que vive con su devota madre, Testigo de Jehová, y sus dos hermanas. El Ranger Red Garnett (Clint Eastwood) y una criminóloga (Laura Dern) irán sobre la pista de los fugados, al tiempo ... [+]
26 de septiembre de 2010
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué grande. Es una película manipuladora, inverosímil y llena de tópicos, pero por dios, qué buena es. Yo caí en sus redes: caí en plancha y sin red.
Mientras la veía me reí, se me puso un nudo en la garganta, me enternecí, me horroricé, empaticé, flipé, contuve el aliento, suspiré, recé para que las cosas pasaran de un modo o de otro... en definitiva, cuando una película te coge por las pelotas de ese modo, es que es jodidamente buena. Lo digo como lo diría Clint Eastwood, que no se anda con rodeos.
Dicen que Kevin Costner ha hecho muchas basuras, que no es buen actor, que tiene cara de palo, que esto y que aquello. Pero hay que reconocer que el tío ha hecho algunos papeles buenos, y si tuviera que quedarme con uno de sus personajes, elegiría a éste cabrón presidiario traumatizado que fuma como un carretero, que se crió entre putas y que consigue que un niño de 8 años vaya con él de la mano sin miedo aunque haya sido secuestrado. ¿Síndrome de Estocolmo? Puede ser, pero sin duda es uno de los casos de Síndrome de Estocolmo más bonitos que he visto. En la vida real no sucede así, porque, cómo les diría... este mundo nuestro no es perfecto.
Mientras la veía me reí, se me puso un nudo en la garganta, me enternecí, me horroricé, empaticé, flipé, contuve el aliento, suspiré, recé para que las cosas pasaran de un modo o de otro... en definitiva, cuando una película te coge por las pelotas de ese modo, es que es jodidamente buena. Lo digo como lo diría Clint Eastwood, que no se anda con rodeos.
Dicen que Kevin Costner ha hecho muchas basuras, que no es buen actor, que tiene cara de palo, que esto y que aquello. Pero hay que reconocer que el tío ha hecho algunos papeles buenos, y si tuviera que quedarme con uno de sus personajes, elegiría a éste cabrón presidiario traumatizado que fuma como un carretero, que se crió entre putas y que consigue que un niño de 8 años vaya con él de la mano sin miedo aunque haya sido secuestrado. ¿Síndrome de Estocolmo? Puede ser, pero sin duda es uno de los casos de Síndrome de Estocolmo más bonitos que he visto. En la vida real no sucede así, porque, cómo les diría... este mundo nuestro no es perfecto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No podía acabar de otro modo. Podría, pero no nos quedaríamos satisfechos. Nos duele que lo maten (no es un mal tipo, a estas alturas de la peli ya lo queremos, está herido, no va armado, se está desangrando, el niño le está haciendo compañía y encima todos esos cabrones descerebrados que no saben lo que allí está pasando le pegan un balazo), pero sabemos que es lo que tiene que suceder. Esa sensación agridulce y pastelosa a la vez es lo que le pone la guinda a la película. Bravo Clint. Por cierto, ¿hay alguna peli en la que este hombre no escupa? Quizá en Los puentes de Madison (tendré que revisarla). En todo caso, nadie escupe mejor que él. Nadie.