La maestría de M. Nigth Shyamalan queda una vez más clara. Con un presupuesto mínimo para la media que se da en una producción de estas características este sorprendente realizador nos trae una Psicosis que el maestro Hitchcock habría firmado con gusto.
Con una base médica real, el director y guionista nos ofrece una historia que aterroriza por lo realista y porque se enzarza con nuestros más recónditos temores, con el miedo cotidiano, con el thriller que asusta por lo cercano.
La interpretación de James McAvoy es de lo más intenso que he visto en pantalla grande en mucho tiempo. Los golpes de efecto se suceden y llevan al espectador a introducirse en esta matrioshka de 23 capas. No sé cuántos contratos firmó el escocés pero se merece 23 salarios.
No defraudará a los que les guste el thriller ni a los que quieran terror y sustos. Una verdadera sorpresa de Shyamalan que demuestra que los grandes presupuestos le confunden pero el cine austero saca de el todo el talento.
Muy recomendable