He estado expectante un mes esperando el estreno de la película y sólo puedo decir que me siento decepcionada.
La sinopsis y el trailer prometían un thriller impresionante, una de estas películas que te atrapan por el morbo y la intriga de la historia, empiezas a consumir imágenes y cuando te das cuenta estas atrapado y necesitas más y más, te comes las uñas, te subes por las paredes, porque además son malos: te dosifican la información. Te la van desmenuzando poquito a poco, te adentran en las mentes de los protagonistas, empiezas a conocerlos, pero sigues sin saber nada de ellos, nada de la verdad. Y encima, para rematar las expectativas, la película está basada en hechos reales.
Compraré el libro, lo leeré, intentaré saber más de la verdadera historia de Michael Finkel y Christian Longer, porque está claro que la película no ha conseguido atraparme, contar una historia intrigante, hacerme conectar con los personajes y tan siquiera hacerme percibir la química que existe entre ellos: aún a día de hoy el periodista continúa visitando al preso, aún a día de hoy mantienen contacto y lo único que he podido pensar al salir ha sido "que encantado se habrá quedado de colgarle el teléfono y largarse, joder".
Esperaba emoción, mariposas en el estómago, desesperación, ganas de gritar, de matar, llenarme de impotencia, tomar partido, odiar. Y he de decir que Unfriended me ha provocado más emociones que True Story.
Me ha resultado sosa, insípida, mal narrada. Me parece que tenían una historia entre las manos con muchas posibilidades y las han desperdiciado completamente. Incluso se me ha hecho larga de lo soporífera que podía llegar a ser. Y superficial. Sobre todo, superficial. Toca la historia de puntillas. Como si les diera miedo contarnos de más y por si acaso, nos cuentan de menos. En resumidas cuentas, una patata muy poco recomendable.