Una película muy ensalzada en sus virtudes como se desprende de todas las críticas y valoraciones en esta página donde si no recuerdo mal no hay ninguna nota por debajo del 8 y la abundancia de 9 y 10 impacta. Quiero decir con esto que la gran mayoría de las cosas están ya dichas y que me limitaré por tanto a decir los detalles que en lo personal más que me han llamado la atención.

Y es que por ejemplo resulta muy llamativa la oscuridad en la que todo se desarrolla, han quedado en mi mente grabados bien fuerte el color verde de las lámparas de la biblioteca, la única tenue nota de color.

El ritmo es pausado, los diálogos interesantes se toman su tiempo en escenificar el contraste entre el agente que empieza y el que viene de vuelta de la vida, Morgan Freeman tiene mucho que ver con eso, es de esas personas que se les escucha cuando hablan, tiene ganada la atención. Y sin embargo, la tensión es enorme en todo momento, vertiginosa casi, al final de la película yo mimos estaba aún paralizado con el cojín mordido en la boca, sin reacción.

Las apariciones, la trascendencia y la importancia del personaje de Gwyneth Paltrow, se enfoca en la sombra, mucho más allá de lo que vemos, de lo que oimos. A mi me intriga y fascina extrañamente por encima del resto de las cosas. Creo que será lo que se quedará imperdurable en mi recuerdo.

La última escena en la oscuridad total, sólo vemos siluetas a lo lejos y escuchamos casi en off las palabras de Freeman, es también muy sugerente.

Y es que es esa justamente la palabra que mejor define el tono de la película, sugerente, para mí lo más llamativo en esta cinta, es lo que tiene de enigmática, y el enigma más grande no es el asesino impío, frío, inteligente, calculador, imperturbable, ni sus macabros crímenes, ni tan siquiera su alevoso y dudoso móvil, no está en lo que dice si no en lo que nunca llega a decir.