El hecho de que Brad Pitt sea el protagonista de la película parece ser que levanta ipso facto un prejuicio negativo en relación a la misma. Es cierto, es innegable, Brad Pitt es un actor, mirado con benevolencia, algo limitado; sin embargo, ¿no es este el tipo el que sale en El rio de la vida? ¿en Seven? ¿en 12 monos? ¿en Snacth? y !en Babel!, todas ellas excelentes películas, sus críticos dirán que a espaldas suyas sin duda. Centrándonos en Troya, lo primero que se me ocurre es en pensar lo irónico que resulta que un videojuego tan aclamado como es 300 (7,4 de media amigos) permanezca como un referente para los babeantes frikis de Leónidas mientras esta Troya es vilipendiada sin remedio.