Adaptar esta pedazo de novela puede parecer fácil. Pero de fácil no tiene nada. Y es que McCarthy, por muy seco que escriba, es mucho McCarthy. Es de los pocos capaces de hipnotizarte con cuatro frases de media línea. Cuatro palabras de pacotilla, que es básicamente el final de la historia. Y sólo con eso, ya vale por toda la novela. Pero claro. Para que tengan su efecto, antes hay que recorrer “la carretera”.

Y claro, la carretera no es igual en papel y tinta que en imagen y sonido. Fíjate. El final sigue siendo el mismo. Una escena tan simple como esa. La diferencia: con McCarthy lloré (y lloro cada vez que lo releo), pero con Hillcoat no consigo emocionarme.

Aun sin estar mal dirigida –ni mucho menos-, es ahí por donde más cojea. Se podía haber sacado más partido a la actuación de Viggo y del chico (sabéis que es verdad). Y tampoco se detiene en momentos cruciales, no se detiene a examinarlos. No creo que el ritmo pausado y el estilo realista sean excusa para ello. Las escenas se suceden como si estuvieran pasando de página. Pero hay páginas más importantes que otras… (ejemplo en el spoiler)

Aunque méritos, también los tiene. Es una buena peli, puede que bastante buena. Pero le falta lo principal. No lleva el fuego, como dirían el padre y el hijo.

Lo mejor:

-su respeto y fidelidad a la novela.
-la fotografía

Lo peor:

-la voz en off
-la música
-lo indiferente que te deja

Mi nota: 6.5