Si se compara Prometheus con Alien, directamente patada y al cubo que me quedo con Ripley. Y como película sin más es DESHONESTA, porque:

a) Siempre ha jugado la baza de ser LA PRECUELA y durante sus dos horas copia cual chino encerrado en un taller de relojes las situaciones clásicas de Alien una detrás de otra. Y a fin de cuentas, el McGuffin es el space Jockey, ¿no? ¿Por qué demonios harías de eso la piedra angular de tu historia si no quieres asociar tu peli a la de Alien?
b) SOBRE TODO porque de nuevo nos quieren colar la trilogía de turno jugando al final abierto tramposo, que no es otra cosa que cerrar mal y a medias una trama que ni de coña tenía tanto que contar. Francamente, por mi parte, que se queden como están y se guarden futuras continuaciones... que encima, ya no me queda claro si serán de Alien o de Parque Jurásico... porque dime tú a mí que el bicho del final no es un velocirraptor. Escena final mala, gratuita y para dejar contento al gallinero. Poooooca personalidad, Ridley. Espero que por lo menos te haya dado para comprarte algo chulo.

Pero quizá lo más grave sea la alarmante falta de carisma de TODOS los personajes. Caen uno por uno, y de la misma manera que caen te vas echando palomitas al buche. Y dices, "bueno, uno menos... crunch, crunch". Ni cuando los héroes deciden sacrificarse por el bien de la humanidad (momento emocionantísimo), ni cuando el chico se sacrifica delante de su novia (contener el llanto se hace imposible)... ni siquiera cuando Charlize se convierte en crêpe. Nada. Sorbo de coca cola y siguiente escena. La misma personalidad que una BATA DE HOSPITAL. Culpa del guionista, pero sobre todo del director, porque joder Ridley, cómo pasa el tiempo... Alien tenía una protagonista, un PERSONAJE. Prometheus pretende tenerlo, pero no. Ninguno me dice nada. Son maniquíes. AUTÓMATAS. Paradójicamente, Fassbender es el único que consigue dar algo de humanidad a su personaje.

Es de traca pegarle una ostia a conceptos como la verosimilitud o la lógica, que por mucho que estemos en el 2085, siguen vigentes. Quiero decir que se admite que el gran secreto sea que el millonario quiere viajar para conocer a Dios. Eso es muy bonito, cuela, lo que quieras; muchas cosas son explicables desde el punto de vista de la ambición y tal... pero hombre, ¡que tiene usted una señorita al lado que hace 15 minutos se acaba de operar de APENDICITIS por su cuenta y se ha sacado una SEPIA del vientre!... que hay cosas que cambian los planes, que eso hasta lo pone en los manuales de guión, que no es cosa mía... que al final la trama queda forzadísima, que no se puede... y si luego te arrean un cabezazo de robot a modo de saludo, no te extrañes.

Queremos que las naves exploten y todo sea muy chulo, pero a la historia que le den, que eso no vende. El pan de cada día en el cine del siglo XXI. Toca pasar página y esperar a que a algún imprudente tenga la ridícula idea de preocuparse más del guión que de las explosiones.