Tras el visionado de "There will be blood" (¿Pozos de qué?) lo primero que he pensado ha sido en lo grande que es el cine. No hay misterio, un buen director con la colaboración de unos magníficos actores, sumado a una muy buena fotografía y una banda sonora espectacular = sinónimo de éxito.

No me extraña que el actor que iba a encarnar el papel que realiza Paul Dano abandonase a mitad de rodaje, porque la actuación de Daniel Day Lewis es simplemente magistral, y por lo tanto obsesiva. Él mismo reconoció que tras hacer una película tenía que desparasitarse del personaje durante meses.

Mención especial para la música de Jonny Greenwood, componente del grupo musical "Radiohead". Mezcla sonidos que bien podrían venir de plataformas metálicas petrolíferas, con violines que representan la obsesión que se respira en el ambiente.

Recomiendo ver la película en Versión Original.

Hay películas que con el tiempo se convierten en obra maestra. "There will be blood" no lo necesita, nace siéndolo.