Tal como dice el título de la canción de Jacques Dutronc, es una serie amable. Ganadora de varios premios, es quizás de las mejores ofertas que tiene Netflix en este momento.

Basada en el personaje del famoso ladrón/detective creado por Maurice Leblanc, la mini serie de dos temporadas y 10 episodios, es un entretenimiento amable, con la dosis de acción justa, sin aparatosos efectos especiales (ninguno diría yo) ni sangre y violencia gratuitas.

El guión está bien construido aunque para el espectador avezado pueden ser evidentes algunas inconsistencias y errores pero que en el conjunto son...inconsistentes. La actuación es impecable, los personajes bien delineados aunque no con profundidad (a excepción de Assane Diop intepretado muy bien por Omar Sy). La producción y la fotografía muy buena. En resumen es una serie por la que vale la pena invertir el tiempo que dura, a diferencia de muchas otras...insustanciales.