Como un soplo de aire fresco y embriagador, cada uno de los capítulos de esta magnífica serie, nos deleita con la grandeza con la que esta hecha.
Podría hablar de lo grandiosa que es técnicamente (algo más que evidente), o explayarme en el cúmulo de emociones y sensaciones mágicas que he sentido capítulo a capítulo (desde auténticas carcajadas a verdaderos llantos, pasando como no por las constantes dualidades y pensamientos contradictorios y profundos que, no sólo Chris Stevens, si no todo ese tecnicismo brillante -interpretaciones, ambientación, guión, bso...- te obliga a que te pares a pensar... Por que estamos aquí? De que estamos hechos? Como funciona esto de la vida...?). Pero me voy a limitar a agradecer de todo corazón la simple existencia de ésta.

GRACIAS