12 minutos bastaron para romper el alma en pedazos, luego de presentar un tema que hoy en día es tendencia a nivel mundial, los homicidios. Pero este se suscita dentro de una escuela, algo que suele suceder en partes del mundo, acto realizado por mismos estudiantes de la misma escuela.

La tragedia nos lleva a una familia; compuesta por un padre, una madre y una hija; pero aquí todo se fractura cuando la hija es asesinada en el tiroteo que se comete dentro de su escuela.

Este cortometraje nos da hincapie a lo que pasa luego de la partida de algún ser querido, en este caso, de un hijo. La fractura que recae en el matrimonio al perder a su hijo, en manos de personas inhumanas, ¿Que podemos hacer? Muchas veces es afrontar la pérdida, en otras veces es buscar la justicia (si es que está existe). Mientras los minutos avanzan nos dan muestra de todo el proceso de vida de la hija, el amor de los padres hacia ella y como surge una gran herida cuando la pierden. No miramos un corto animado, miramos una realidad plasmada en escasos minutos que bastan para romper el alma de aquellos que alguna vez sufrieron está situación.