Vaya pedazo de toliga!!!
Ni el mismísimo Kevin Costner, especialista en apuntarse a superproducciones inveíbles ha podido terminar de verla. Fijo.
La película sólo sirve para que la vean los funcionarios de Correos e incluso alguno de ellos ha debido plantearse dejar su curro al terminar la peli. Siempre y cuando hayan podido terminar de verla, claro.
Es incongruente. En un momento de esta interminable película de tres horas el bueno de Kevin decide ponerse en plan vago cuando se tiene que recuperar de una herida y además de que su compañera le acabe odiando por ello, dan ganas de meterse en la peli para darle de hostias.
Lo peor de todo es que la ví en la televisión, y a las tres larguísimas horas de tostón sumésmosle la horita de anuncios. Que algunos trabajamos joder!!!
Lo mejor: no haber ido al cine a verla. Me hubiese ido de la sala........Fijo!!!