René Gonzaléz (Edgar Ramírez) y Juan Pablo Roque (Wagner Moura) son dos pilotos cubanos que abandonan la isla a comienzos de los 90 y se incorporan a una organización anticastrista en Miami dirigida por José Basulto (Leonardo Sbaraglia), organización que realiza incursiones aéreas en Cuba, entre otras actividades.
 René deja atrás en La Habana a su esposa Olga (Penélope Cruz), quien condena su deserción, y a la pequeña hija de ambos de 6 años.
 
Así comienza esta película basada en un caso histórico de espionaje, cuya parte inicial es un tanto desconcertante (deliberadamente hay cosas que nos se entienden bien) y más bien fría en cuanto al desarrollo de los personajes. Más adelante, se añade información importante que arroja otra luz sobre lo ya visto y la película gana consistencia dramática, ya que algunos personajes cobran más entidad emocional, en particular la Olga de Penélope Cruz, que realiza un gran trabajo protagonizando algunas escenas conmovedoras.

 Esta película de Olivier Assayas fue bastante criticada, incluidas intrascendentes observaciones sobre el mejor o peor acento cubano aprendido de los protagonistas. De todos modos, el filme no se priva de grandes momentos de tensión y, sobre todo, nos ilustra acerca de un interesante suceso histórico que personalmente yo desconocía.