Sumario

Otra comedia “mozartiana” pero más melancólica y otoñal del maestro Woody Allen, con muchas citas cinéfilas, crisis de parejas desparejas, algunos dardos contra los festivales de cine e innegables destellos de su genio de siempre.

Reseña

Mort Rifkin (el actor y dramaturgo Wallace Shawn) es un ya maduro ex profesor de cine y escritor que concurre con su esposa Sue (Gina Gershon) al Festival de San Sebastián. Sue es agente de prensa de Philippe, un joven cineasta (Louis Garrel), y quizás algo más…

Mort (otro claro alter ego del realizador) se siente desplazado en la atención de Sue por el petulante y bello Philippe y ciertas circunstancias hacen que conozca a una española (Elena Anaya) por la que se siente inmediatamente atraído.

Más de una vez he llamado a Woody Allen el Mozart de los cineastas: varias de sus películas pueden homologarse, en estilo, tratamiento y temática, con obras maestras del compositor como Cosi fan tutte, Las bodas de Figaro o Don Giovanni. Parejas en crisis, celos, cruces, malentendidos, con toques de humor, pero rebosantes de humanidad. Y éste es el caso de esta película, al menos parcialmente. Además, es un director prolífico como los compositores de ese siglo.

En esta película, la comedia se halla más desplazada hacia la melancolía, enfocada en la diferencia de edad entre un hombre maduro y su esposa más joven (y las mujeres jóvenes en general), y acaso por primera vez en su filmografía, también en una situación inversa. El tema, por supuesto, es recurrente en la obra y la vida del director, pero aquí se da de un modo más franco y otoñal. Deliberadamente parecería además que Allen eligió a un actor poco atractivo físicamente como Shawn para reforzar ese contraste. Sin alcanzar la contundencia de otros filmes suyos, las temibles escenas de alcoba matrimoniales del realizador en este caso cumplen sin embargo muy bien su cometido. Nótese que varias escenas están filmadas en planos fijos o planos secuencia, lo que refuerza su naturalidad.

A través de Shawn, el director manifiesta su predilección cinéfila por grandes maestros del cine europeo de antaño, a quienes “cita” con desparejo ingenio, pero siempre con bastante literalidad en varios pasajes de la película. Hay que decir que una de esas citas es notable y marca uno de los puntos más altos del film; otras se resuelven de manera más humorística. Allen tampoco se priva de lanzar breves y agudos comentarios aquí y allá sobre los festivales de cine actuales.

El cuarteto protagónico de actores está muy bien en sus roles y la belleza de San Sebastián se transforma en otro de los personajes de la película.

Por diversas razones, hace un tiempo que la crítica se muestra bastante despiadada con Woody Allen, exigiéndoles una sucesión ininterrumpida de obras maestras. Ningún autor prolífico es capaz de ello, pero Allen nos sigue regalando en esta película innegables destellos de su genio de siempre.

Nota: me resisto a poner en el encabezado el horrible título en español que le han asignado (Un romance equivocado, en el lugar adecuado)

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2022/01/20/rifkins-festival/