Sumario


Esta amable e interesante comedia dramática italiana acompaña a una auditora o crítica secreta de hoteles de 5 estrellas, poniendo en escena su trabajo y lo que implica afectivamente esta ocupación para su protagonista, una mujer bella y elegante, bastante segura de lo que quiere, pero no exenta de hacerse replanteos frente a determinadas situaciones. Y lo hace sin cargar las tintas ni caer en obviedades o moralejas y eludiendo la tentación de la postal turística.


Reseña

Irene (Margherita Buy) es una crítica secreta de hoteles que recorre el mundo alojándose en establecimientos 5 estrellas para verificar si cumplen los estándares acordes a esa calificación. Por supuesto, para cumplir con esta función se registra como una viajera común sin revelar su condición, y solo la hace expresa en el momento del check-out.

Viajo sola es una amable e interesante comedia dramática de Maria Sole Tognazzi sobre lo que implica para Irene este trabajo aparentemente ideal: estar permanentemente de viaje y la imposibilidad de entablar relaciones estables y de formar una familia, siendo esta imposibilidad también una elección.

Los afectos más cercanos de Irene son su amigo Andrea (Stefano Accorsi), con quien mantiene una interesante relación, y su hermana Silvia (Fabrizzia Sacchi), casada y con dos hijas, quien como mujer que ha formado una familia funciona de algún modo como contraparte y espejo, pero sin caer en la obviedad. La película se detiene esporádicamente en ellos, sobre todo en el rol de la hermana. El contraste entre la vida “real” de Irene y la que lleva en esos hoteles caros está marcado solo en el punto justo, eludiendo los esquematismos.

Resulta interesante acompañar a Irene en su recorrido por los lujosos hoteles y seguirla en su minucioso y sumamente profesional checkeo de sus prestaciones, en una tarea que, como ella dice, tiene visos de espionaje. Si bien hay muy bellas locaciones y la película nos hace viajar con la protagonista (y esto se disfruta mucho en estas épocas de encierro), no cae en la tentación del recorrido turístico con sus postales. Irene nunca para de registrar y, en definitiva, de trabajar. Además, los cortes y la elipsis del relato contribuyen a prevenir cualquier engolosinamiento turístico.


Margherita Buy nos brinda una extraordinaria actuación por su naturalidad, que nos conquista desde el minuto uno. Hace suya la sobriedad con que la película plantea los conflictos de Irene, una mujer bella y elegante, bastante segura de lo que quiere, pero no exenta de hacerse replanteos frente a determinadas situaciones, sin recargar las tintas. Este tono no es una limitación sino el logro de una película que evita