Luego de los atentados del 11/09/2001 a las Torres Gemelas, la CIA, bajo la presidencia de Bush ejerció detenciones ilegales en centros secretos donde se ejercieron torturas sobre los prisioneros con el objeto de obtener información para "prevenir" atentados de Al Qaeda y para ubicar a otros líderes de esa organización terrorista. Posteriormente, la comisión de inteligencia del Senado de EE.UU., presidida por la senadora Dianne Feinstein (Annette Bening) encaró una investigación sobre ese accioanar a cargo de un equipo liderado por el joven Daniel Jones (Adam Driver), tarea que le insumió varios años y que llevó adelante en una oficina de la CIA a la que sólo podían acceder los miembros de la comisión del Senado. En paralelo, se ve el accionar de la CIA (y su cobertura "institucional") ejecutando esas torturas años antes.
Esta opera prima del guionista Scott Z. Burns (cuyo título presentación es The Torture Report), es sumamente rigurosa y exhibe un detallismo quizás excesivo. Por momentos nos parece estar viendo un docudrama, ya que el relato se centra exclusivamente en los sucesos y evita cualquier rasgo novelesco, omitiendo alusiones a la vida privada de los protagonistas. Los funcionarios y estamentos implicados son numerosos y crean algo de confusión, a pesar de ciertos "raccontos" a cargo de los protagonistas.

De todos modos, si bien por momentos la película se hace ardua por las razones apuntadas, es también interesante (y valiente) ya que muestra cómo interactuaban esos estamentos, las "justificaciones" legales que se iban esgrimiendo para el ejercicio de la tortura y los importantes intereses políticos puestos en juego.