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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Daniel B:
7
Serie de TV. Terror. Drama Serie de TV (2018). 10 episodios. Un grupo de hermanos crece en lo que acaba convirtiéndose en la casa encantada más famosa del país. Ya como adultos, viéndose obligados a reunirse tras una tragedia, la familia tendrá que afrontar los fantasmas del pasado... Adaptación de la novela homónima de Shirley Jackson. (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumario


Desparejo drama coral-familiar de terror, que busca la integración de lo fantasmal-sobrenatural con lo psicopatológico y traumático, alternando el pasado infantil de sus protagonistas en una “casa embrujada” y su presente adulto. Lo consigue sólo en parte, dado que el desarrollo de algunos personajes no resulta muy convincente. Formalmente muy lograda, luce innegables y elegantes momentos de terror, profusión de fantasmas (hay que mirarla con mucha atención) y marcas de estilo que llegarían a su apogeo en la posterior (y superior) serie Misa de medianoche, del mismo Mike Flanagan.

Reseña

El desarrollo de la serie alterna el pasado de la familia Crane en la enorme y antigua casona Hill House (adonde se habían mudado para pasar un verano, refaccionarla y revenderla y donde algunos de sus integrantes fueron acechados por sucesos sobrenaturales) y su presente, con los traumas derivados de esa estadía en la casa.

Conviene detenerse en los múltiples significados del término hauting: como adjetivo siginifica inolvidable, evocador, persistente, inquietante, agobiante; como sustantivo, fantasma, aparición. Encaré la visión de esta serie luego de mirar la extraordinaria Misa de Medianoche. Y resulta evidente que, retrospectivamente, La maldición de Hill House resulta un ensayo de aquélla y… es claramente inferior.

Mike Flanagan adapta muy libremente la novela de Shirley Jackson sobre una casa embrujada y la familia que vive en ella y teje una historia más enfocada en las secuelas traumáticas en la vida adulta de ese pasado. Alterna con solvencia los tiempos (el de infancia en la casa y el de la vida adulta) y en cada capítulo va cambiando el punto de vista, centrándose, en general, en un integrante diferente de la familia, lo que da lugar a la repetición de ciertas escenas desde la mirada de quien lo protagoniza en cada caso, un recurso siempre interesante. La trama se va articulando básicamente alrededor de dos enigmas que la serie va revelando lentamente, consistentes en el destino de uno de los personajes y en la naturaleza de la casa y de dos hechos que ocurren en un extendido presente: la publicación por parte de Steve (Michiel Huisman), uno de los hermanos (escritor de libros de terror), de una novela sobre la vida familiar en esa casa, llamada precisamente La maldición de Hill House y la muerte de uno de sus integrantes.

Esto introduce el primer interrogante metaficcional: lo que vemos en la serie ¿describe realmente lo que sucedió en esa casa o lo que escribió Steve en su novela “autobiográfica” acerca de ella?

Segundo interrogante: ¿los fantasmas son reales o (a veces) son proyecciones de los protagonistas?

Flanagan, como escribí arriba, va desarrollando este drama coral con desigual fortuna haciendo eje, en general y como se apuntó arriba, en cada uno de los personajes según el capítulo: el padre Hugh (Henry Thomas y luego Timothy Hutton), la madre Olivia (Carla Gugino, más bella que nunca) y sus hijos Shirley, una embalsamadora y propietaria de una funeraria (Elizabeth Reaser), el mencionado Steve, Theodora, una psicóloga infantil con una extraña capacidad (Kate Siegel, actriz fetiche de Flanagan), y los mellizos Luke, un adicto a las drogas duras (Oliver Jackson-Cohen) y Nell (Vitoria Pedretti). Un grupo de increíbles actores infantiles encarnan a los cinco hermanos durante su estadía en la casa.

Digo “desigual fortuna” porque considero que los personajes y los elementos dramáticos nunca terminan de consolidarse del todo, con la posible excepción de los mellizos Nell y Luke. En otras palabras, si la intención era la integración de los fantasmal-sobrenatural con lo psicopatológico y traumático, la serie lo logra sólo en parte debido a una pata dramática cuyo desarrollo de algunos personajes no es del todo convincente.

La serie está formalmente muy lograda, con innegables y elegantes momentos de terror, profusión de fantasmas (hay que mirarla con mucha atención) y marcas de estilo que llegarían a su apogeo en Misa de medianoche: largos monólogos en plano fijo y extensos planos secuencia (uno de los capítulos está conformado por unos 5 planos secuencia, algunos de 15 minutos). También resuelve muy bien los empalmes entre los tiempos y los escenarios en que se va desarrollando la historia. Ciertos parlamentos tienen vuelo poético y algunas secuencias y conceptos narrativos remiten al cine de David Lynch.

El elenco es sólido, pero se destacan Victoria Pedretti, Oliver Jackson-Cohen y -como siempre- Kate Siegel.

Nota: es llamativo constatar lo versátil que es Samantha Sloyan, comparando su amable papel de esposa de Steve en esta serie con su inolvidable y terrible Bev en Misa de Medianoche. Irreconocible.

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/11/13/la-maldicion-de-hill-house-the-haunting-of-hill-house/
Daniel B
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