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Drama. Intriga
En la playa de San Salvador, una muchacha es hallada muerta y con un pecho amputado. El pecho aparece después, sobre la mesa de trabajo del juez Olvido. Parece como si alguien quisiera relacionar la fabulosa herencia de don Carlos Bassagoda, de la que la juez es albacea, con el retrato de la difunta Nuria Bassagoda, que aparece también con un pecho cercenado. (FILMAFFINITY)
3 de junio de 2012
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francisco González Ledesma – Silver Kane (padre de Enric González); a mi juicio el mejor, más entretenido y divertido de todos aquellos estajonovistas autores españoles que bajo seudónimo (Luis García Lecha - Clark Carrados, Miguel Oliveros - Keith Luger, Antonio Vera Ramírez - Lou Carrigan, Pedro Guirao – Peter Kapra, Juan Gallardo Muñoz - Curtis Garland, entre otros) inundaban los quioscos y locales de cambio de novelas de aquellos entrañables bolisilibros Bruguera, que además de excitar la imaginación de los proletarios lectores de la España de los 70, inoculo el gen de la lectura de por vida a toda una generación de españolitos.
Esta película que nos ocupa, basada en el premio Planeta 1984 de titulo homónimo, con Méndez en su tercera aparición (tras presentarse como personaje secundario en "Expediente Barcelona", y ya protagonista en "La calle de nuestros padres"), además de ser incompresiblemente la única adaptación cinematográfica del mejor escritor de aquella camada, es la única oportunidad de ver en pantalla a ese duro, descreído, humano, sagaz, y entrañable inspector de policía formado en la policía franquista y más tarde, durante la transición y hasta nuestros días (de memoria creo recordar 8 o 9 novelas protagonizadas por él y un impagable compendio de cuentos cortos, todas ellas muy entretenidas y excelentes, siendo la ultima hasta el momento "No hay que morir dos veces"), perro viejo que bajo esa apariencia de dinosaurio de otra época va resolviendo inteligentemente a su modo todos los casos con los que se encuentra, alternando tramas sacadas de las páginas de sucesos y sociedad, con el profundo conocimiento de la escuela de la calle (por arriba y por abajo) que le da haber surgido del magín de un Ledesma curtido como periodista en sus años en "La Vanguardia", (el periodista Carlos Bey, uno de sus personajes que aparece en esta y alguna otra novela de la serie de Méndez, bien podría ser un trasunto suyo), ese inconfundible toque Silver Kane que destilas todas y cada una de sus obras (de obligada lectura sus memorias, "Historia de mis calles"), y el buen hacer literario que a día de hoy le encumbra como uno de los mejores escritores vivos de novela negra y costumbrista en lengua castellana (a mi juicio).
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Esta película que nos ocupa, basada en el premio Planeta 1984 de titulo homónimo, con Méndez en su tercera aparición (tras presentarse como personaje secundario en "Expediente Barcelona", y ya protagonista en "La calle de nuestros padres"), además de ser incompresiblemente la única adaptación cinematográfica del mejor escritor de aquella camada, es la única oportunidad de ver en pantalla a ese duro, descreído, humano, sagaz, y entrañable inspector de policía formado en la policía franquista y más tarde, durante la transición y hasta nuestros días (de memoria creo recordar 8 o 9 novelas protagonizadas por él y un impagable compendio de cuentos cortos, todas ellas muy entretenidas y excelentes, siendo la ultima hasta el momento "No hay que morir dos veces"), perro viejo que bajo esa apariencia de dinosaurio de otra época va resolviendo inteligentemente a su modo todos los casos con los que se encuentra, alternando tramas sacadas de las páginas de sucesos y sociedad, con el profundo conocimiento de la escuela de la calle (por arriba y por abajo) que le da haber surgido del magín de un Ledesma curtido como periodista en sus años en "La Vanguardia", (el periodista Carlos Bey, uno de sus personajes que aparece en esta y alguna otra novela de la serie de Méndez, bien podría ser un trasunto suyo), ese inconfundible toque Silver Kane que destilas todas y cada una de sus obras (de obligada lectura sus memorias, "Historia de mis calles"), y el buen hacer literario que a día de hoy le encumbra como uno de los mejores escritores vivos de novela negra y costumbrista en lengua castellana (a mi juicio).
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia arranca con Olvido Montal (una guapa madurita Lynn Endersson, habitual de Jess Franco y una de las musas del destape), una juez de primera instancia que recibe en su casa de la playa el pecho cortado de una mujer, por lo cual llama al inspector Méndez (José Luis López Vázquez), le lleva a una lujosa mansión vacía de la familia Bassegoda y le muestra un cuadro en el que se puede ver un retrato de la difunta mujer del recientemente finado Bassegoda, con un pecho desnudo y ausencia del otro; Méndez barrunta algo oscuro en esa familia (mas que nada por la herencia que hay por medio), y tras visitar a Clara (Assumpta Serna), una de las herederas que está siendo acosada por un violento marido que quiere perder de vista, la propone ser protegida por un ex boxeador (Lorenzo Santamaría) recién salido de la cárcel que cuenta con su confianza; ella acepta y Méndez además de hacer un favor a señora y ex presidiario, se garantiza oídos y ojos en esa familia.
Buen argumento de cine negro adaptando una buena novela, y el valor mitómano a que es encumbrada por su rareza (ya saben, primera adaptación de una obra de Ledesma y por ende única incursión en una pantalla de Méndez), lamentablemente, lo mitómano –para mí - expuesto en los 2 primeros párrafos, el acostumbrado buen hacer de José Luis López Vázquez (vive Dios, que se marca un muy buen Méndez) y los abundantes exteriores de aquella Barcelona preolímpica es lo que me hacen calificarla tan solo como interesante, ya que Rovira Beleta no hace ni mucho menos honor a la calidad de sus mimbres y se saca de la manga una función difícil de ser juzgada como mas allá de pasable (con reparos) por todo aquel que desconozca su pedigrí (supongo), en la que a pesar del digno trabajo de los demás componentes del casting, sobrevuela sobre los personajes una desasosegante sensación de ser todo muy impostado y sin alma.
Buen argumento de cine negro adaptando una buena novela, y el valor mitómano a que es encumbrada por su rareza (ya saben, primera adaptación de una obra de Ledesma y por ende única incursión en una pantalla de Méndez), lamentablemente, lo mitómano –para mí - expuesto en los 2 primeros párrafos, el acostumbrado buen hacer de José Luis López Vázquez (vive Dios, que se marca un muy buen Méndez) y los abundantes exteriores de aquella Barcelona preolímpica es lo que me hacen calificarla tan solo como interesante, ya que Rovira Beleta no hace ni mucho menos honor a la calidad de sus mimbres y se saca de la manga una función difícil de ser juzgada como mas allá de pasable (con reparos) por todo aquel que desconozca su pedigrí (supongo), en la que a pesar del digno trabajo de los demás componentes del casting, sobrevuela sobre los personajes una desasosegante sensación de ser todo muy impostado y sin alma.