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Voto de tiznao:
8
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Cine negro. Drama. Thriller
El ambicioso editor de un periódico ve su éxito amenazado con el regreso de su ex mujer, a la que abandonó veinte años atrás. Tras matarla involuntariamente, se encuentra con que sus mejores periodistas se ocupan de investigar el caso. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2012
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
"New York Express", esa es la cabecera del periódico cuyo consejo de administración está presidido por Mrs. Rawley (Kathryn Card), que tras encargar a Mark Chapman (Broderick Crawford) su reflote debido a su mala marcha empresarial, este ha convertido en un exitoso panfleto amarillo.
Chapman defendiendo enérgicamente su efectivo reflote financiero ante el reproche del consejo editorial por la línea amarilla del otrora prestigioso y serio periódico, mostrándose como un tipo duro que no se para en barras para obtener a cualquier precio noticias sensacionalistas, cosa para la que cuenta con el poco escrupuloso y hábil reportero Steve McCleary (John Derek), y durante un amañado concurso de corazones solitarios siendo reconocido por Charlotte (Rosemary DeCamp), la esposa que abandono 20 años atrás antes de cambiarse su nombre real de George Grant, y que ahora es una resentida y baqueteada mujer que ve la ocasión pintiparada para vengarse de los intentos de suicidio y desgracias sufridas tras el abandono.
Tras una violenta discusión, Chapman mata accidentalmente a Charlotte, huye de la escena del crimen deshaciéndose de los efectos personales que ella cargaba encima y que pueden involucrarle y vuelve a su rutina, pero para su desgracia McCleary ha llegado el primero al escenario del crimen y tras encontrar una pista que esconde a la policía, se ha lanzado como un perro de presa tras esa noticia que supone hará levitar de placer a su sensacionalista jefe.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Chapman defendiendo enérgicamente su efectivo reflote financiero ante el reproche del consejo editorial por la línea amarilla del otrora prestigioso y serio periódico, mostrándose como un tipo duro que no se para en barras para obtener a cualquier precio noticias sensacionalistas, cosa para la que cuenta con el poco escrupuloso y hábil reportero Steve McCleary (John Derek), y durante un amañado concurso de corazones solitarios siendo reconocido por Charlotte (Rosemary DeCamp), la esposa que abandono 20 años atrás antes de cambiarse su nombre real de George Grant, y que ahora es una resentida y baqueteada mujer que ve la ocasión pintiparada para vengarse de los intentos de suicidio y desgracias sufridas tras el abandono.
Tras una violenta discusión, Chapman mata accidentalmente a Charlotte, huye de la escena del crimen deshaciéndose de los efectos personales que ella cargaba encima y que pueden involucrarle y vuelve a su rutina, pero para su desgracia McCleary ha llegado el primero al escenario del crimen y tras encontrar una pista que esconde a la policía, se ha lanzado como un perro de presa tras esa noticia que supone hará levitar de placer a su sensacionalista jefe.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tras la detallada presentación de personajes y hechos que forman la premisa del film, ese hábil artesano maestro de la serie B noir llamado Phil Karlsson (aunque menos conocido por el gran público – al menos para mí - que por ejemplo, Don Siegel, Samuel Fuller, o J. Lee Thompson, esa filmografía que gracias a las nuevas tecnologías se va poniendo a tiro, supone todo un gozo para el aficionado al género), adaptando una novela escrita por el duro y áspero maestro Samuel Fuller (a partir de esta adaptación de una novela suya, el resto de sus ideas fueron dirigidas por el mismo) y apoyado por una excelente fotografía en blanco y negro, un muy buen trabajo de Broderick Crawford interpretando a ese agobiado personaje que pese a su escalada criminal tratando de eliminar toda prueba que le incrimine se ve cada vez mas cercado por los avances de las investigaciones de McCleary (una de las escenas de mayor suspense que nos muestra su encuentro con un borracho que dice haber visto al tipo que asesino a un viejo reportero dipsómano - Henry O'Neill – eliminado por el, tapando un descuido que puso al finado tras la pista, y muestra su frente sudorosa es un perfecto ejemplo de ese agobio), el digno trabajo de Donna Reed recitando algunas de las mejores líneas de dialogo en el papel de esa recta y desencantada periodista y de John Derek como ese perro de presa cuyo fino instinto periodístico agita la trama, unas rápidas y cortantes líneas de dialogo realmente sembradas de fuerza e ingenio, y una resolución de la trama a la altura de lo mejor del cine negro, retomo, todo ello hace de esta película un muy buen ejercicio de serie B noir, que a través de ese suspense in crescendo que el espectador experimenta en plena empatía con el creciente agobio de Broderick Crawford, te mantiene pegado a la pantalla durante todo su muy entretenido metraje, y te deja tras su visionado con la sensación de que has visto una de esas escondidas joyitas a recomendar.