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Voto de tiznao:
8
7,0
7.071
Romance. Drama
Rizwan Khan (Tanay Chheda) es un niño musulmán que se crió con su madre (Zarina Wahab) en Borivali, Bombay, y que sufre de síndrome de Asperger. Siendo adulto (Shahrukh Khan), Rizwan se enamora de Mandira (Kajul), una madre soltera hindú que vive en San Francisco. Después de los atentados del 11-S, Rizwan es detenido como sospechoso de terrorismo por conducta sospechosa, que tiene a razón de su discapacidad. Después del arresto, se ... [+]
10 de junio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mi nombre es Khan, y no soy terrorista", ese es el mensaje que un hombre joven de aspecto no caucásico (luego sabremos que es indio), trata de hacer llegar al presidente de los EEUU, según vemos les dice a los guardias de seguridad de un aeropuerto que debido a su aspecto le han hecho un concienzudo y agresivo cacheo (mientras su vuelo partía sin él).
Con este arranque en el que también se nos hace saber que padece el síndrome de Asperger (un trastorno neurológico - forma de autismo de alto funcionamiento - que algunos han atribuido a genios como Albert Einstein, Charles Darwin o Bill Gates), y el poderío que rezuma la escena, atrae de forma inmediata la atención del espectador, para durante la siguiente mitad del metraje y a través de largos flashback (con breves escenas de ese viaje en busca del presidente dando continuidad a la trama principal), primero conocer sus orígenes en su país de nacimiento (La India), familia, y como el síndrome de Asperger influye en su formación vital (recuerda en la forma de contarlo a Forrest Gump), y luego cuando a la muerte de su madre viaja a San Francisco cumpliendo la promesa que le hizo a su madre antes de su muerte de que se reuniría con su hermano pequeño que se haya en los States triunfando al frente de una empresa de cosméticos, viendo su adaptación al modo de vida occidental, como siente la llamada del amor por una bella peluquera, y alcanza algo que él siente como felicidad absoluta.
Si obviáramos esas escenas en el presente, hasta aquí estamos ante una emotiva y entretenida comedia dramática romántica, a la que esa atmósfera Bollywood la hace más que interesante para los que como el que esto escribe, no está familiarizado con este tipo de cine (alguna comedia de Mira Nair, aunque un poco cogida por los pelos, "Slumdog Millonaire", y poco mas), pero cuando vemos en esos flashback, que a la que nos descuidábamos nos hacían olvidar al joven del aeropuerto y su auto impuesta misión (decir al presidente, "Mi nombre es Khan, y no soy terrorista"), como en plena felicidad y armonía, los atentados del 11-S cambian de forma traumática y contundente, la integración y buena convivencia entre todos aquellos de piel oscura y aspecto musulmán, y el traumatizado, muy enfadado, y desconcertado, pueblo americano, esa felicidad y respeto mutuo entre ambas culturas de costumbres y credos, se rompe en mil pedazos, entrando la película en los derroteros apuntados en ese arranque en el aeropuerto, y tras un grave y luctuoso suceso en el que conocemos la génesis de la frase que le quiere transmitir al presidente, los motivos que hacen de ese viaje una misión en el que pone todo su empeño, y el porqué de su férrea determinación prueba de obstáculos, predisponiéndonos, ya completamente atrapados y absortos, por conocer el final de la historia.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
Con este arranque en el que también se nos hace saber que padece el síndrome de Asperger (un trastorno neurológico - forma de autismo de alto funcionamiento - que algunos han atribuido a genios como Albert Einstein, Charles Darwin o Bill Gates), y el poderío que rezuma la escena, atrae de forma inmediata la atención del espectador, para durante la siguiente mitad del metraje y a través de largos flashback (con breves escenas de ese viaje en busca del presidente dando continuidad a la trama principal), primero conocer sus orígenes en su país de nacimiento (La India), familia, y como el síndrome de Asperger influye en su formación vital (recuerda en la forma de contarlo a Forrest Gump), y luego cuando a la muerte de su madre viaja a San Francisco cumpliendo la promesa que le hizo a su madre antes de su muerte de que se reuniría con su hermano pequeño que se haya en los States triunfando al frente de una empresa de cosméticos, viendo su adaptación al modo de vida occidental, como siente la llamada del amor por una bella peluquera, y alcanza algo que él siente como felicidad absoluta.
Si obviáramos esas escenas en el presente, hasta aquí estamos ante una emotiva y entretenida comedia dramática romántica, a la que esa atmósfera Bollywood la hace más que interesante para los que como el que esto escribe, no está familiarizado con este tipo de cine (alguna comedia de Mira Nair, aunque un poco cogida por los pelos, "Slumdog Millonaire", y poco mas), pero cuando vemos en esos flashback, que a la que nos descuidábamos nos hacían olvidar al joven del aeropuerto y su auto impuesta misión (decir al presidente, "Mi nombre es Khan, y no soy terrorista"), como en plena felicidad y armonía, los atentados del 11-S cambian de forma traumática y contundente, la integración y buena convivencia entre todos aquellos de piel oscura y aspecto musulmán, y el traumatizado, muy enfadado, y desconcertado, pueblo americano, esa felicidad y respeto mutuo entre ambas culturas de costumbres y credos, se rompe en mil pedazos, entrando la película en los derroteros apuntados en ese arranque en el aeropuerto, y tras un grave y luctuoso suceso en el que conocemos la génesis de la frase que le quiere transmitir al presidente, los motivos que hacen de ese viaje una misión en el que pone todo su empeño, y el porqué de su férrea determinación prueba de obstáculos, predisponiéndonos, ya completamente atrapados y absortos, por conocer el final de la historia.
Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Impresionante y emotivo canto a lo tremendamente injustos que a causa de credos, filias, fobias, y traumáticas experiencias cercanas (en el mejor/peor de los casos, ya que desgraciadamente a veces tomamos partido sin pararnos a reflexionar en exceso), podemos llegar a ser con los que no son ni piensan como nosotros, en la que, a mi juicio, hay que ser muy cerril y obtuso para no llegar a emocionarte, tildarla de maniquea en base a la mayor o menor simpatía o cercanía que se pueda tener con alguno de los personajes o situaciones que aquí se nos muestran (Obama, Bush, Islam, musulmanes que extraen diferentes y contradictorias lecturas del Islam , ya saben, odio o buen rollo) matoncillos descerebrados, y alguna más que me dejo (porque créanme, estamos ante un extenso muestrario de cómo está el patio), además de una muy entretenida película, dirigida por un tal Karan Johar (soy un absoluto lego en cineastas y actores hindúes), que mezcla de forma sorprendentemente atractiva la narrativa occidental a la que estamos acostumbrados (al menos, yo), con un fascinante y deslumbrante toque Bollywood, tres cuartos de lo mismo en cuanto a la excelente banda sonora (gracias a Dios, sin bailecitos, ni coreografías multitudinarias que se hubieran cargado el dramatismo de la historia), y una magnifica fotografía y edición.
Soberbia actuación de Shahrukh Khan, metiéndose en la piel de Rizwan Khan, ese afectado del síndrome de Asperger (a la altura del Tom Hanks de "Forrest Gump", o del Dustin Hoffman de "Rain Man"), que nos gana sin remisión desde sus primeras escenas; acertada, convincente, y muy guapa, Kajol, la actriz que da vida a Mandira, la alegre, enamorada, y luego desgarrada madre, y todos y cada uno del numeroso resto del casting, ayudando con su buen hacer, a elevar esta desconocida (para mí) producción, a una de las mejores, mas entretenidas, emotivas, subyugante, y cuasi diría que hasta necesaria, películas vista en los últimos tiempos.
Soberbia actuación de Shahrukh Khan, metiéndose en la piel de Rizwan Khan, ese afectado del síndrome de Asperger (a la altura del Tom Hanks de "Forrest Gump", o del Dustin Hoffman de "Rain Man"), que nos gana sin remisión desde sus primeras escenas; acertada, convincente, y muy guapa, Kajol, la actriz que da vida a Mandira, la alegre, enamorada, y luego desgarrada madre, y todos y cada uno del numeroso resto del casting, ayudando con su buen hacer, a elevar esta desconocida (para mí) producción, a una de las mejores, mas entretenidas, emotivas, subyugante, y cuasi diría que hasta necesaria, películas vista en los últimos tiempos.