Haz click aquí para copiar la URL
España España · madrid
Voto de tiznao:
7
Thriller. Cine negro Roy Collins y Gilbert Bowen, ambos de mediana edad, dejan atrás la gran ciudad para dirigirse por carretera hacia México. A varios kilómetros de la frontera que separa México de los Estados Unidos, el conductor Roy acepta la proposición de su compañero Gilbert para que lleven en el asiento de detrás del automóvil a un autoestopista llamado Emmett Myers. Todo pasa a un estado de tensión creciente cuando Roy y Gilbert, después de ser ... [+]
19 de mayo de 2009
42 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un delineante y un mecánico, ambos casados, amigos y residentes en California (Edmond O'Brien y Frank Lovejoy), que han bajado a Méjico a pasar el fin de semana divirtiéndose, recogen a un autoestopista que resulta ser Emmett Myers (William Talman), un ex convicto buscado por estar sembrando de cadáveres los caminos y conocido en la prensa como “el autoestopista asesino”, el cual los secuestra a punta de pistola y les obliga a que le lleven a Santa Rosalía, para lo cual tienen que atravesar muchas millas de desierto y carreteras secundarias para eludir a la ley que les sigue los pasos.
A partir de aquí y a lo largo de sus 71 minutos, nos encontramos con una modestísima (en cuanto a producción) absorbente y magnifica joyita, en la que una historia tan sencilla consigue atraparte y hacerte disfrutar a través de unos magníficos enfoques y encuadres de planos en la mejor tradición del cine negro (no en vano su directora, Ida Lupino ya era a estas alturas una reputada y excelente actriz que había trabajado a las ordenes de los mejores artesanos de la época), y una atmosfera enrarecida y larvada de una latente violencia y crispación que se va estableciendo entre el sádico asesino y sus dos rehenes, contado en clave de road movie y en la que destacan Edmond O'Brien (el policía infiltrado en la extraordinaria “White Head” 1949) como uno de los rehenes y William Talman como el tortuoso malhechor.
Considerada a día de hoy una verdadera obra de culto (se dice que sirvió de inspiración a Eric Red para su “Carretera al Infierno 1986”), nos encontramos ante la primera película de cine negro dirigida por una mujer, calificación que podría valer perfectamente para su directora, también prolífica actriz, productora y todo lo que se terciara durante la friolera de 40 años, que gustaba llamarse a sí misma, en clara alusión por su excelente carrera en serie B, “la Bette Davis y Don Siegel de los pobres”, poseedora de dos estrellas en “El paseo de la fama” de Hollywood y para el autor de estas líneas , la magnífica Marie Garson en una de las mejores películas (a mi juicio) de la historia del cine: High Sierra 1941, de Raoul Walsh.
Absolutamente recomendable.
tiznao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow