Tenía pensado escribir una crítica en la que dejar patente lo que pienso de este engendro, pero la verdad se me han ido las ganas. Me siento incapaz de describir en todo su esplendor lo mala, pretenciosa, irritante, casposa y asquerosa que llegó a ser, entre otros calificativos negativos que con sólo citar agotaría el límite de palabras impuesto en Filmaffinity. Me limitaré a dejar constancia de que espero y deseo que Ana Obregón no vuelva nunca, NUNCA, a hacer otro monstruo como este o que, si consigue hacerlo, que el público demuestre nuevamente la misma sabiduría que le hizo mandar a la mierda a "Ellas y el sexo débil" tras sólo 3 episodios. Nuestros hijos y nietos lo agradecerán.

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