Todo el guión gira en torno a un embarazo no deseado y a la búsqueda desesperada de dinero para el aborto, para lo cuál a su vez los protagonistas incurren en numerosas actividades delictivas y de escaso elenco moral. Rosario Flores aparece enseñando todo lo que Dios le dio y los muchachetes del elenco de artistas más de lo mismo. Es un gran filme para hacer algún trabajo de crítica en alguna Universidad casposa con alguna asignatura y profesor casposo. Lo que más me he disfrutado es el Madrid de aquellos años ochenta (no sé si son ciudades del extrarradio), las ropas y los coches de aquella época. Como nostálgico de los años ochenta me ha gustado, pero la película en sí misma es un bodrio en todas sus facetas artísticas que sólo parece opositar a la transgresión y la caspa soez. Sólo para hippsters nostálgicos de lo ochentero más soez, quinquis supervivientes del sórdido mundillo de la drogadicción y ese tipo de público que vive entre la basura, la ociosidad y la subvención estatal. Dentro de ser una película de "serie B" de aquellos años, tiene su punto de nostalgia.