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España España · Londres
Voto de Sitodine:
4
Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras Caesar, el simio que capitaneó la revuelta contra la raza humana, es un benévolo gobernante que fomenta la convivencia con los hombres, a pesar de la oposición del general Aldo (Akins), jefe militar de los simios. No obstante, los hombres que han sobrevivido a un holocausto nuclear son considerados ciudadanos de segunda clase. Caesar decide realizar un viaje a la "Ciudad Prohibida" con MacDonald (Austin Stoker) y el sabio Virgil (Paul ... [+]
23 de agosto de 2011
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha pasado un tiempo indeterminado (no mucho) desde que César se rebelara en aquel centro de entrenamiento y la verdad es que nos hemos perdido un huevo de cosas. Al parecer, hubo una guerra nuclear, de la cual sólo sabemos que supuso la aniquilación de la raza humana. Sobreviven unos pocos humanos, algunos aislados del mundo y con mutaciones debido a la radioactividad. El resto, viven en un poblado (que bien pudiera llamarse Sherwood) gobernados por César, considerados ciudadanos de segunda clase y realizando plausibles tareas como enseñar escritura a los simios. Así pues, los monos primitivos han aprendido a hablar y a comportarse con envidiable inteligencia, algunos superan incluso al mismísimo César, quien cuenta a su servicio con orangutanes filósofos. Como podéis ver, el argumento no merece mayor análisis. Los gorilas son representados como seres belicosos obsesionados por conseguir armas y hacerse con el poder, erradicando completamente a los humanos. Aldo es el gorila líder, un personaje claramente subnormal y estúpido y que sin embargo era referenciado en “Huida del Planeta de los Simios” como el verdadero instigador de la rebelión. Sorprende que el simio que en un futuro alternativo era el primero en articular palabras sea mostrado aquí como un verdadero cabeza hueca. (Si hablamos del mismo Aldo, claro, con este embrollo nunca se sabe).

El diseño de producción de esta película es el más cutre de toda la saga, tanto que si te esfuerzas puedes ver lo que hay detrás de las máscaras (los gorilas dan pena) e incluso verle la boca al bueno de Roddy McDowall, consiguiendo un interesante efecto de doble hilera de dientes. Los humanos mutantes van en autobús escolar y la batalla es de lo más penco, introduciendo en el montaje la misma explosión varias veces. Vamos, un despropósito de principio a fin, pero que quizá, y solo quizá, te alegre el día si la ves con buen humor.

Arthur P. Jacobs, productor de las cinco películas, murió justo después del estreno en 1973, finiquitando la saga definitivamente. En el aire queda el porqué se llega a una situación en la que los humanos pierden la capacidad de hablar y son tratados como animales, tal y como se nos muestra en la película de 1968. De momento, todo acaba bastante suavizado:

“Mientras veo a los simios y a humanos viviendo en paz, en armonía, en amistad, seiscientos años después de la muerte de César, por lo menos tenemos esperanza en el futuro”

A otra cosa, mariposa.
Sitodine
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