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España España · Castellón de la Plana
Voto de mnemea:
4
Intriga. Thriller. Drama Clay Beresford (Hayden Christensen) es un joven multimillonario que debe someterse a un transplante de corazón. Para ello, deja que su mejor amigo, el doctor Jack Harper (Terrence Howard), sea el encargado de realizar la operación. Durante la intervención, Clay experimenta un extraño fenómeno que le hace estar consciente y completamente paralizado mientras le operan. Mientras tanto, su novia, Sam (Jessica Alba) debe hacer frente a una ... [+]
11 de octubre de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mitocondrios enajenados toman partido en el suculento bistec. Como células evaucadoras deciden quedarse en el centro del filete para que un mañoso cocinero prepare el plato del día demostrando su calidad en el terreno de la carne en su punto. Algunos a esto le llaman carne cruda o chef con prisas y devuelven el plato a las dependencias culinarias para un óptimo recalentado. Otros deciden directamente no probar bocado y atacar al pan, pero las partículas malditas saben que ciertas personas de papilas gustativas sensibles y estómagos fuertes cortarán una jugosa porción y cerrarán los ojos para disfrutar del momento y describir en su rostro un gesto parecido al placer. Es el elegido y su cerebro está perdido.

Luego está la película vista después de cenar donde ¡ay! qué bonito es el amor entre la chica enamora a cada pequeño detalle y el adinerado y apuesto joven que disfruta de ese descubrimiento, ¡oh! qué enternecedora la relación materno filial que muestra tanta complicidad en la familia, ¡uf! qué lástima que un muchacho con un futuro tan prometedor sufra de una dolencia cardíaca que frene sus vivencias y vicios, ¡uy! ¡esto no puede ser posible! ¡alguien se ha olvidado de dormir por completo a este hombre antes de abrirle en canal! menudos malnacidos, hacer sufrir de ese modo al yogurín de moda.

Es cierto, las células digestivas han cumplido sus objetivos alterando la percepción, y la ya de por sí descabellada idea de una operación a esternón abierto con un paciente en pleno estado de consciencia resulta gratificante y esclarecedora mientras te encoges en el asiento por una mezcla de angustia y fascinación por cómo se desarrolla la trama.

A ver, cierto es que no cené en un restaurante, así que nada me sacó del apatismo que me iba generando la película tal y como avanzaba. Sin alteración viral esto no es más que un ensalzamiento de los flashbacks, los giros de guión que parecen tiovivos y la inhumana valentía americana que mantiene un prestigio a nivel héroe-sin-movimiento (en este caso el encamillado) muy demencial.

Siempre están los que se preguntan ¿qué se han fumado los guionistas para hacer esto? Yo soy más de dudar sobre los bichos que había flotando en la sopa antes de ponerte a ver una película.
mnemea
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